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PELÍCULAS / CRÍTICAS

Versailles

por 

- Un debut sutil y conmovedor sobre la pobreza presentado en el Festival de Cannes. Un inquietante tema social con un enfoque entre el realismo y la ficción

Nina, una joven madre que duerme en la calle con su hijo de cuatro años Enzo, es el punto de partida de la historia de Versailles [+lee también:
tráiler
entrevista: Geraldine Michelot
entrevista: Pierre Schoeller
ficha de la película
]
, primer largometraje de ficción como director del hasta ahora guionista Pierre Schoeller (socio en el pasado de de Erick Zonca y Pierre Limosin). La conmovedora película, proyectada en la sección Una Cierta Mirada de Cannes, trata el complejo tema de la pobreza.

En una situación precaria, sin domicilio ni trabajo, Nina (Judith Chemla) deambula durante la noche con el pequeño Enzo (Max Baissette de Malglaive). Luchando contra el frío, el hambre, el cansancio y la suciedad, se comporta como una madre dedicada que miente para evitar que le arrebaten a su hijo, una actitud que la mantiene en la calle. Enviados a un hogar en Versalles, Nina y Enzo conocen a Damien (el excelente Guillaume Depardieu), que vive en una choza en el bosque del parque de Versalles. Sin más explicación que una carta, la madre le confía a su hijo con el fin de intentar reconstruir su vida por su lado. Pero cuando regresa, no los encuentre. Tras intentar deshacerse de Enzo, Damien se encariña del niño y lo saca del vagabundeo, asegurándole un futuro con la ayuda de su propio padre (Patrick Descamps) y su compañera (Aure Atika). Una vuelta difícil a una vida “normal”, también para Nina (que ocupa un puesto de auxiliar de hospital en provincia) y que Pierre Schoeller aborda con delicadeza, tratando con mucha humanidad la cuestión de la pobreza y sus conductas a menudo autodestructivas.

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En la actualidad, 900.000 personas en Francia viven en refugios precarios (carpas, chozas, caravanas, garajes, invernaderos en plástico…). Al elegir este medio ambiente como telón de fondo de su melodrama, el cineasta constata las contradicciones de la sociedad occidental moderna, donde la miseria se oculta en los pliegues de un mundo privilegiado representado por el Castillo de Versalles. Un eco histórico del tiempo de reyes y villanos, hambre y privilegios, que Pierre Schoeller aborda evitando las caricaturas, mostrando hasta qué punto la marginalidad puede elegirse (Damien) o sufrirse (Nina). Jugando secretamente con la metáfora familia-sociedad, el realizador se pregunta (y cuestiona al espectador) sobre el futuro simbolizado por el niño (que recuerda el Kid de Chaplin). Un futuro en gestación que pasa por el tejido de nuevos vínculos emocionales y sociales que implican la difícil superación de los egoísmos individuales. Y una chispa de esperanza para una película hundida en la oscuridad de un cuadro emocionante tallado por un trabajo sutil sobre los claros-oscuros del director de la fotografía Julien Hirsch e iluminado por el simple rostro de un niño.

Producida por Les Films Pelléas, Versailles ha contado con un presupuesto de 2,6 millones de euros, que incluye un adelanto sobre ingresos en taquilla del Centro Nacional de la Cinematografía (CNC), el apoyo de la región ILe-de-France, Centre Images y Canal +. Les Films du Losange, que están también a cargo de las ventas internacionales, ha fijado el estreno de la película en Francia el próximo 13 de agosto 2008.

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(Traducción del francés)

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