15/11/2007

Al final de Palermo-Milano solo andata, habíamos dejado al contable de la mafia Turi Leofonte (Giancarlo Giannini) en los juzgados, testificando contra el jefe que había puesto a hierro y fuego su viaje hacia el proceso. Once años después, Leofonte ha cumplido su pena: pero guarda demasiados secretos para sentirse seguro.

Dirigida, como la anterior, por Claudio Fragasso, Milano-Palermo – Il ritorno reúne a los supervivientes del último capítulo (los agentes Raoul Bova y Ricky Memphis, la hija de Leofonte Romina Mondello), y caras nuevas como Libero De Rienzo, Gabriella Pession y Simone Corrente (conocido hasta ahora por Distretto di Polizia).

A quien le criticaba la falta de realismo, el director responde que no quiere oír hablar de credibilidad: “es una película heredera del Neorrealismo, pero yo no quiero ser esclavo de lo verosímil, me interesa más emocionar al espectador, como hace el cine americano, o Luc Besson en Francia”.

El objetivo declarado del director (y de la guionista Rossella Drudi) es resucitar un tipo de cine que hasta ahora parecía atado a la televisión: “en Italia hacen falta películas de terror, de acción, es el único camino para exportar nuestro cine”, sostiene Fragasso, autor en el pasado de películas que han conquistado al público más allá del océano. Como Palermo-Milano, que en Estados Unidos ha sido distribuida por la 20th Century Fox.

Otra de las grandes, Buena Vista International, llevará a las salas (por ahora en Italia, desde el 23 de noviempbre en más de 250 copias) Milano-Palermo – Il ritorno, producida por Globe Films junto a Sanmarco Film de Raoul Bova.

(Traducción del italiano)