16/09/2005

La última película de Michael Winterbottom, 9 Songs, nos mostró a una pareja practicando sexo y asistiendo a conciertos de rock. Con esa controvertida película Winterbottom consolidó su reputación de cineasta con ganas de romper con los guiones formateados y con las categorizaciones. Su nuevo trabajo, A Cock and Bull Story, que opta en San Sebastián a la Concha de Oro, vuelve a mostrar la fascinación del director por proyectos fuera de estructuras predefinidas.

Adaptación libre de la novela del siglo XVIII de Laurence Sterne, "La vida y opiniones del caballero Tristram Shandy" (novela considerada imposible para adaptar al cine), A Cock and Bull Story, comienza con una conversación detrás de un escenario entre Coogan y Brydon discutiendo sobre la importancia de sus papeles en la película. Después, el contacto con la vida real parece desaparecer… Ya estamos en el siglo XIII y nos enseãnan los caóticos acontecimientos anteriores al nacimiento del narrador. Hasta este punto, el audaz guión de Martin Hardy es un inteligente ejercicio de estilo que combina flash-backs y flash-fowards con elementos anacrónicos. El vínculo entre las obligaciones domésticas de Walter hacia su esposa y la teoría del siglo XX de Pavlov sobre la motivación del perro es establecido de manera ingeniosa y hilarante. Entonces, finaliza la escena del parto, el rodaje termina y la, película cambia de estilo. Los actores y el personal asumen sus personalidades (¿las reales? ¿Y Hasta que punto?) en un argumento en el que ficción y realidad son cada vez más difíciles de diferenciar.

A Cock and Bull Story sorprende al espectador al convertirse de nuevo en una película sobre el rodaje de una película. Vemos la obsesión de Coogan con su vestuario, cuestionamos la recreación de la batalla de Namur, y presenciamos como Gillian Anderson (no la de "Los vigilantes de la playa" - otra) acepta el papel de viuda de Wadman, un papel que no iba a incluirse, pero se incluye al final (aunque justo en una pesadilla de Coogan).

Revolution Films, fundada por Andrew Eaton y el mismo director en 1994, produjo A Cock and Bull Story en colaboración con Baby Cow Films. La empresa londinense The Works se encarga de la venta internacional.

(Traducción del inglés)