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CANNES 2022 Quincena de los Realizadores

Crítica: Le Parfum vert

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- CANNES 2022: Nicolas Pariser se lanza a la comedia de espías con el tono de un cómic, pero su réplica perfecta pasa al piloto automático una vez se acaba su ritmo inicial

Crítica: Le Parfum vert
Sandrine Kiberlain y Vincent Lacoste en Le Parfum vert

“Acostúmbrate a no hacer demasiadas preguntas o a no recibir demasiadas respuestas”, “Vamos a intentar ir lo más rápido posible, pero al puzzle le faltan piezas”. El cineasta francés Nicolas Pariser, fascinante en su enfoque inteligente y político del género como ya ha demostrado en Le grand jeu [+lee también:
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, se entrega al entretenimiento puro con Le Parfum vert [+lee también:
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, una comedia de espionaje que combina la imitación perfecta de los clásicos y el espíritu de los cómics como Tintin y similares, que deja claros sus tintes humorísticos pero sin llegar a la parodia (La Pantera Rosa, Austin Powers, OSS 117 [+lee también:
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, etc.). Un entretenimiento muy controlado en la forma, que permite a sus intérpretes principales, Vincent Lacoste y Sandrine Kiberlain, disfrutar de su trabajo, y que se ha proyectado en la clausura de la Quincena de los Realizadores del 75º Festival de Cannes.

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“Monsieur Rémi me pregunta si lo vamos asesinar esta noche… Asesinar a dos actores de la Comedia Francesa la misma noche es un poco complicado”. Una inyección más tarde y Martin (Lacoste), nuestro protagonista a pesar de sí mismo, se despierta al amanecer en un taxi (pagado por adelantado con 205 euros en el mostrador) en la parada frente a la morgue y descubre por medio de la televisión de un bar donde intenta retomar la plena consciencia que la policía nacional lo busca activamente, sospechoso de asesinato. “Fui asesinado… El Perfume verde…”. Su compañero, Vlad, le susurró al oído estas enigmáticas palabras la noche anterior en el escenario, mientras se ahogaba de repente. Pero estos últimos suspiros no pasan desapercibidos y Martin es secuestrado en el acto por unos esbirros inquietantes y llevado a una gran construcción aislada de la región parisina, donde es interrogado por un representante muy distinguido de la República de Volognie (que predica el fracaso del liberalismo europeo y americano). Nuestro actor, liberado pero objeto de una discreta vigilancia por parte de los servicios secretos franceses, solo tiene una pista para probar su inocencia: una colección de dibujos originales de tiras cómicas que decoran las paredes de su lugar de detención nocturna. Claire (Kiberlain), una autora de cómics a la que conoce en una librería, decide ayudarlo a seguir la pista.

Bicicleta en París, tren con aspecto misterioso y cadáver en un armario, tiroteo en los pasillos de la Comisión Europea en Bruselas, clímax en un teatro de Budapest (que exhibe La ilusión cómica) sobre los pasos de un peligroso prototipo, vigilancia, desaparición, agente doble, mensajes codificados: toda la gama se sucede en una partitura de espionaje interpretada en versión fiel al original por un largometraje al que no le falta humor ni tampoco un pequeño idilio con la organización del “Perfume Verde”, que hace de “Spectre”. Sin embargo, una vez abierto el frasco y establecida la trama después de giros muy bien acompasados (y de múltiples desplazamientos), la película se convierte en una misión como cualquier otra y funciona en piloto automático hasta la resolución en una perfección formal loable, pero un poco vana. 

Le Parfum vert ha sido producida por Bizibi y, coproducida por France 2 Cinéma y Versus Productions. Orange Studio gestiona las ventas internacionales.

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(Traducción del francés)

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