25/05/2022 - CANNES 2022: La inesperada buddy movie de Maha Haj es una deliciosa comedia sobre la depresión

Waleed (Amer Hlehel), un hombre de mediana edad es el tipo de persona que ve el vaso medio lleno. Tiene algo de Tony Soprano. Se niega a tomarse la medicación que el psiquiatra quiere prescribirle para su depresión crónica. Discute con su esposa, una enfermera, sobre el cuidado de sus dos hijos. Siente que está cargando el peso del mundo sobre sus hombros. Escribe una novela que no termina de despegar. Con Mediterranean Fever [+lee también:
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ficha de la película], que debuta en la sección Un Certain Regard del Festival de Cannes, la directora Maha Haj ha creado una comedia negra llena de sorpresas. 

La directora dio sus primeros pasos como diseñadora de producción en The Time That Remains [+lee también:
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ficha de la película], de Elia Suleiman; The Attack [+lee también:
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entrevista: Ziad Doueiri
ficha de la película], de Ziad Doueiri; y On the Hill, de Raphaël Nadjari. Hizo el documental Behind These Walls en 2010 y su debut como directora de ficción en Personal Affairs [+lee también:
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ficha de la película], una retorcida historia sobre palestinos que viven en Cisjordania, fue seleccionada por Un Certain Regard en 2016. Su obra encuentra el humor en las contradicciones.  

En una escena anterior a los créditos, Waleed afirma haber empujado por un tramo de escaleras a la madre de un tipo, solo para que el hijo le pregunte cómo sabe que su acción fue la que causó la muerte de su madre. Es una reacción extraña, inesperada y fascinante, que deja desconcertado al cuarentón Waleed. Es una forma interesante de empezar la película, ya que esta escena tiene poco que ver con el resto del argumento, pero plantea preguntas que se vuelven centrales a medida que avanza la historia. ¿Es Waleed un narrador poco fiable, o puede ser algo más siniestro? ¿Estos acontecimientos son aleatorios o planificados?

El título hace referencia a una enfermedad que un médico diagnostica a su hijo menor. Cuando se lo comunican, Waleed pregunta qué es la Fiebre Mediterránea. Le responden que se trata de algo hereditario y que es propio de la región donde viven. Es una respuesta tan abierta que podría aplicarse a todo Oriente Medio. La Fiebre Mediterránea de la que habla la película no es la dolencia física del hijo, sino la carga política, social y económica de ser palestino en Haifa. Esta historia palestina evade con inteligencia el tema de la religión cuando muestra a Waleed negándose a completar un formulario sobre diversidad ya que argumenta que su fe es palestina, y eso no se permite como respuesta. El ordenador no le permitirá continuar. 

La vida de Waleed cambia cuando se hace amigo de un nuevo vecino, Jalal (Ashraf Farah), un ladrón de poca monta que vive en su edificio. Los dos son como el día y la noche. Sus diferencias salen a la luz en su primera conversación real en la calle, donde parecen no estar de acuerdo en nada. Pero luego, poco a poco, se inicia una amistad improbable cuando Waleed le pide a Jalal que le muestre la vida de un delincuente para una novela que dice estar escribiendo. A medida que se desarrolla la amistad, Jalal se da cuenta de que la historia de Waleed sigue cambiando, y aunque Jalal sea un delincuente, es un amigo honesto. ¿La amistad y sinceridad de Jalal salvarán a Waleed?

La comedia anecdótica de Haj sobre la depresión, que nos mantiene en vilo hasta el final, es una mirada fresca a la tormenta política de la región que gira en torno a una adorable amistad.

Mediterranean Fever es una coproducción entre Palestina, Alemania, Francia, Chipre y Catar, llevada a cabo por Pallas Film GmbH, Still Moving, AMP Filmworks, Majdal Films y Metafora Production. Luxbox gestiona las ventas internacionales.

(Traducción del inglés)