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SÉRIES MANIA 2022

Crítica serie: Le Monde de demain

por 

- La de Katell Quillévéré y Hélier Cisterne es una muy lograda sobre la evolución del hip-hop, el origen de NTM y las desventuras de Dee Nasty, protagonizada por Anthony Bajon, Melvin Boomer y Andranic Manet

Crítica serie: Le Monde de demain

El futuro era ayer, pero en el pasado, en los años 80 de los barrios populares mestizos de París y de su periferia acechados por una epidemia de heroína ya anidaban los gérmenes de la actualidad y los fulgores del porvenir. Desde San Francisco empezaba a llegar a Europa una nueva cultura, la del hip hop, el breakdance y el smurf, el grafiti, el velcro y los DJ; una cultura que no dejaba de crecer y de transformarse, y que hacía surgir una juventud a menudo nacida en la Francia de la inmigración que reinventaba a su manera la integración, apoderándose de ella y creando nuevos códigos.

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Con la serie Le Monde de demain [+lee también:
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, cuyos dos primeros episodios se han estrenado en la competición internacional de Séries Mania, Katell Quillévéré y Hélier Cisterne (que han dirigido estos seis episodios de 52 minutos de duración, de los que también son creadoras junto a Vincent Poymiro y David Elkaïm, con la colaboración de Laurent Rigoulet) también se transforman al intentar hacer, con éxito, su primera serie, después de haber sido muy reconocidas en el cine (la primera en Cannes y en Venecia con Un poison violent [+lee también:
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). Una incursión en un nuevo mundo artístico que demuestra que el talento y el dominio moldeados por el séptimo arte pueden hacer despegar con delicadeza (respetando las reglas del juego) y con una ganancia a todos los niveles (pátina visual, interpretación, rigurosidad de la puesta en escena, etc.) la calidad a veces errática de las series francesas.  

En 1983, Daniel (Andranic Manet) tiene una revelación en California y vuelve a París con un mensaje (y LSD en papel secante): “Dejo el bajo, ahora son los platos, ahí está el futuro, en los DJ”. Se convertirá en Dee Nasty y firmará el álbum Paname City Rappin’ para encontrar su camino en una vida de ingenio minimalista en el barrio de La Chapelle, entre la radio libre prohibida, los amigos problemáticos y el amor (con Leo Chalié). Durante este tiempo, en el barrio Cité Allende de Saint Denis, los jóvenes Bruno Lopes (Anthony Bajon) y Didier Morville (Melvin Boomer) aprenden a conocerse mejor. El primero renuncia a una posible carrera de futbolista profesional para disgusto de sus padres, mientras que el segundo intenta esquivar a su violento padre. Del Trocadero a la La Grange aux Belles, los dos compañeros se sumergen en el baile hip hop (que llega por primera vez a la pequeña pantalla: “nunca he visto tantos negros en la tele”). Y un año más tarde, más al sur, sobre el pavimento de Olympiades, Vivi (Laïka Blanc-Francard), la grafitera, irrumpe en la historia… Todos los elementos están dispuestos para una década de profundos cambios que verá a Bruno y a Didier convertirse en Kool Sheen y Joeystarr, y formar el grupo NTM. La serie termina en 1991 con el mítico concierto en Mantes-la-Jolie, a la luz de los faros.

Personajes interesantes, un equilibrio excelente entre todos los ingredientes (el trasfondo social con el auge de la extrema derecha y todas las problemáticas de la integración; el mundo artístico underground de París; la frescura del conjunto con momentos de comedia relacionados con la juventud de los personajes, a quienes la historia ofrece un espacio personalizado), un ritmo perfecto y una banda sonora de primer nivel: Le Monde de demain cumple todas sus promesas y esperamos con impaciencia los capítulos restantes.

Le Monde de demain ha sido producida por Les Films du Bélier y coproducida por Arte France y Perpetual Soup, en asociación con Netflix. La serie llegará a Arte el próximo otoño y luego a Netflix.

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(Traducción del francés)

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