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BERLINALE 2022 Forum

Crítica: El trío en mi bemol

por 

- BERLINALE 2022: La cineasta portuguesa Rita Azevedo Gomes recupera una vieja obra con dos personajes de Éric Rohmer, permitiendo a su reparto hablar, hablar y hablar

Crítica: El trío en mi bemol
Ado Arrieta y Rita Durão en El trío en mi bemol

De los cinco jóvenes que lideraron originalmente la Nouvelle Vague, el trabajo de Éric Rohmer parece ser el más vigente en la actualidad, así como el más influyente para muchos cineastas en activo. Tanto su conservadurismo natural como su carácter impermeable a las tendencias contemporáneas hacen que sus temas e intereses puedan ser retomados por las nuevas generaciones, mientras que la obra de Godard, por ejemplo, resulta más indivisible del momento en el que fue creada. También es cierto que, para imitar a Rohmer, todo lo que se necesita es una localización bonita pero no demasiado intrusiva, actores con una elocuencia brillante y un guion tenso impulsado por las conversaciones. Durante los últimos 15 años, muchos directores de todo el mundo han creído poseer estas cualidades (entre ellos, tal vez el ejemplo más destacable sea Hong Sang-soo, habitual de la Berlinale).

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Todo esto nos lleva a la autora portuguesa Rita Azevedo Gomes y su versión de El trío en mi bemol [+lee también:
tráiler
ficha de la película
]
, una obra de teatro que adapta una 'quinta' aventura inédita del guion de Rohmer para Cuatro aventuras de Reinette y Mirabelle, que tuvo su estreno la semana pasada en la sección Forum de la Berlinale. Después de asombrar y ganar nuevos adeptos con sus recientes dramas de época de bajo presupuesto, Gomes ha ignorado el ostensible nivel de dificultad del proyecto (al menos en lo que se refiere a la financiación de películas independientes) y ha puesto su foco en Rohmer, como hicieron antes muchos de sus compañeros. También es justo mencionar que el origen de la película se remonta al segundo confinamiento, a finales de 2020, cuando este intrigante trabajo de Rohmer, con su modesta puesta en escena, se convirtió en la mejor oportunidad para que Gomes y sus colaboradores se mantuvieran en forma.

La película presenta ciertos objetivos claros para la crítica. Los dos protagonistas, Pierre Léon y Rita Durão, interpretan (¿o ensayan? Aquí radica precisamente la complejidad metatextual de la película) una versión no abreviada de la obra, para un público inexistente. De todas formas, a veces resulta difícil imaginar al público potencial de esta película, teniendo en cuenta su origen como una especie de "ejercicio cinematográfico" (no todas las sesiones de ensayos necesitan una audiencia que pague por asistir). No obstante, para darle la vuelta a esto, podemos considerar O trio em mi bemol como un trabajo académico en el mejor sentido de la palabra: no rinde cuentas a nadie, avanza con una auténtica convicción en su derecho a ser escuchada y ofrece una interpretación inmaculada de la visión excéntrica de un gran artista. De hecho, muchos de los acólitos de Rohmer echan de menos lo excéntricos que eran su trabajo y sus temas.

Estamos ante una película sobre una película. Un director español (Ado Arrieta) prepara la representación en francés de la obra de Léon y Durão, cuya versión final ha sido “naturalizada”, es decir, planteada como un diálogo que tiene lugar en una localización concreta: una elegante y modernista casa de playa. Léon es el sexagenario Paul, un erudito de cierto renombre, con un interés particular por la música clásica (de ahí el título, una referencia a una obra de Mozart). Durão es su examante, con quien comparte una amistad sana apoyada en discusiones desenfadadas, que la ayudan a entender mejor a su novio actual, Tito (al que nunca vemos), así como las causas que llevaron al final de su propia relación. De una forma esencialmente rohmeriana, muchas de las pequeñas desavenencias tienen que ver con sus gustos musicales: ambos disfrutaban de la música clásica, especialmente la citada pieza de Mozart, pero Paul no soportaba el rock.

Las conversaciones de Rohmer siempre han sido célebres por ser difíciles de resumir, pero aquí los intercambios verbales son una versión ligeramente filosófica y elegantemente retorcida de aquellas conversaciones. Como ya hemos mencionado, la obra está interpretada con un amor y confianza absolutos, aportando una dosis significativa del genio del maestro, aunque este no sea esencial. Por supuesto, el trabajo de Rohmer, en sus mejores momentos, nos recuerda que estas conversaciones ligeramente cargadas de sentimiento no carecen de esencia, ya que no podemos vivir sin ellas, aunque una pandemia se interponga en el camino.

El trío en mi bemol es una coproducción hispano-portuguesa, producida por Basilisco Filmes y Gong Producciones.

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(Traducción del inglés)

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