email print share on Facebook share on Twitter share on LinkedIn share on reddit pin on Pinterest

BERLINALE 2022 Encounters

Crítica: The City and the City

por 

- BERLINALE 2022: La película de Syllas Tsoumerkas y Christos Passalis combina de manera ecléctica documental, ficción y ensayo, contando la historia de las exterminaciones de judíos en Tesalónica

Crítica: The City and the City

El cuarto largometraje del director griego Syllas Tsoumerkas y el debut en la dirección del actor Christos Passalis, The City and the City [+lee también:
tráiler
entrevista: Hristos Passalis, Syllas T…
ficha de la película
]
, estrenado mundialmente en la sección Encounters de la Berlinale, es una mezcla ecléctica de documental, ficción y ensayo empastada por un tema común: las exterminaciones de judíos en Tesalónica.

Antes de la década de 1930, los judíos eran la comunidad mayoritaria de la ciudad. A finales de los años 20, la afluencia de refugiados griegos procedentes de Asia Menor alteró la estructura poblacional y, junto con los locales, fundaron la antisemita EEE, la Unión Nacional de Grecia. Apoyados por el primer ministro Venizelos y los diarios locales, comenzaron a perseguir a los judíos. La Alemania nazi ocupó el país en 1941, y en 1943 los judíos fueron recluidos en un gueto, fueron asesinados en campos de concentración locales y enviados a Auschwitz. El 96% de los 55 000 habitantes judíos fueron exterminados.

(El artículo continúa más abajo - Inf. publicitaria)

The City and the City sigue una estructura cronológica en sus seis capítulos, gracias en parte a los intertítulos que describen los acontecimientos clave. Sin embargo la propia película cambia constantemente de época y de estilo de rodaje. Una línea temporal filmada en su mayor parte en blanco y negro comienza en los años 30 y sigue a una familia judía cuyos miembros son interpretados, entre otros, por Vassilis Kanakis, Angeliki Papoulia y Niki Papandreou.

Otra línea temporal es la Tesalónica de hoy en día, sobre la que se superponen los acontecimientos de los años 40. Un incidente que tuvo lugar en 1942, cuando 9 000 hombres judíos fueron humillados durante horas por oficiales alemanes en la Plaza de la Libertad, se reconstruye exactamente en el mismo lugar. Sin embargo en la primera toma, en blanco y negro, vemos que ahora se trata de una obra de construcción y que en el fondo hay una calle con coches y autobuses claramente modernos. Y entonces la imagen cambia, llega el mundo en color y somos testigos de un abuso de primeros planos, con extraños planos borrosos en los que se ve nítidamente a la persona que está sufriendo mientras las excavadoras circulan por entre los actores. Las únicas marcas de la época son los trajes.

En la película encontramos varias recreaciones de este tipo. Cuando el personaje interpretado por Kanakis regresa del campo de concentración, su hermana, interpretada por Papandreou, lo abraza en la acera de la ciudad actual, en una escena rodada y montada como cualquier película moderna de arte y ensayo.

Hay otra parte que tiene su hueco en la película y que da la sensación de ser la más libre, si bien es difícil saber a qué época pertenece. También está alejada del espacio físico: el resto de localizaciones son fáciles de identificar y describir en los títulos de la narración. Al final de la película nos enteramos de se trata de 1983. Podría tratarse de una especie de tierra de la memoria: ambos directores nacieron en Tesalónica en 1978 y tiene sentido pensar que este segmento representa sus recuerdos.

Aunque se puede decir que estamos aunque una película experimental que a veces se adentra inesperadamente en territorios irreconocibles, el montaje de Yorgos Zafeiris mantiene la coherencia de manera loable. Además, mantiene el interés del espectador, que llega incluso a sentir la tensión en el “diálogo” entre la ciudad y la ciudad. Los hechos históricos, algunos de los cuales resultan probablemente sorprendentes incluso para los ciudadanos de Tesalónica, sirven de ancla a la que podemos sujetar las impresiones y las emociones suscitadas por las partes ficticias y las recreaciones. El creativo trabajo de cámara a cargo de Simos Sarketzis logra que las recreaciones no parezcan un documental de televisión, sino más bien recuerdos. Al final, The City and the City trata realmente de la geografía de la memoria y de la Tesalónica de hoy, más que de la del pasado.

Esta película es una coproducción de la atenientes Homemade Films y la Ópera Nacional Griega, en colaboración con el Festival de Cine Internacional de Tesalónica

(El artículo continúa más abajo - Inf. publicitaria)

(Traducción del inglés por Marcos Randulfe)

¿Te ha gustado este artículo? Suscríbete a nuestra newsletter y recibe más artículos como este directamente en tu email.

Privacy Policy