12/02/2022 - BERLINALE 2022: Con su última película, Quentin Dupieux es capaz de convertir a cualquiera en una persona a la que le gustan los sótanos

Léa Drucker y Alain Chabat en Increíble pero cierto

Si uno pudiera entrar en la mente de Quentin Dupieux, al estilo Cómo ser John Malkovich, se encontraría con un lugar extraño. Desde que alcanzó cierta relevancia con Rubber [+lee también:
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ficha de la película] (sobre un neumático asesino, nada menos), el director francés se ha comprometido a ofrecer historias desconcertantes con moscas gigantes escondidas en el maletero de un coche sin motivo aparente, o, como ahora, en Increíble pero cierto [+lee también:
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entrevista: Quentin Dupieux
ficha de la película], proyectada en la Berlinale Special Gala del Festival de Berlín, un misterioso pasadizo que te permite saltar hacia delante en el tiempo y ser un poco más joven mientras estás allí. Si eso no es una buena oferta, no sé lo que es.

Dupieux, fiel a su estilo, no explica nada. Sí, es evidente que ocurre algo extraño, pero tienes que elegir entre aceptarlo o dejarlo. La pareja de mediana edad compuesta por Alain y Marie (Alain Chabat y Léa Drucker) también necesita tomar una decisión, después de mudarse a su nueva casa. Al principio, afirman que no son “raros”. Pero es un lugar bonito y un barrio bonito, y si puedes ser tres días más joven entrando en un agujero a través de una escalera, ¿por qué no lo harías? Recuerda cerrar la escotilla, ya que de lo contrario no funcionará, como una lavadora.

Aquí es cuando las cosas se ponen interesantes. Normalmente, cuando los seres humanos se encuentran con algún tipo de pasadizo hacia otra dimensión, o hacia algo que sea nuevo y emocionante, lo cruzan, lo tocan e invitan a sus amigos. Pero el Alain de Chabat permanece indiferente. Está contento con su vida y con su edad, pero su pareja no. Como consecuencia, pronto se convierten en una de esas parejas que termina haciendo vidas separadas bajo el mismo techo. Ahora, durante la pandemia, muchos reconocerán este patrón y llorarán en silencio.

Pero no son los únicos que tienen problemas, ya que el jefe de Alain (Benoît Magimel) decide tratarse con un nuevo pene electrónico. Comprensiblemente, surgen preguntas sobre “cómo guiar un pene”, pero, aunque las posibilidades son infinitas, esta trama —irónicamente— resulta un poco decepcionante. A lo mejor, eso dice algo del nivel de la película de Dupieux y su extravagancia: una erección robótica ya no es suficiente para impresionar. 

Increíble pero cierto parece menos pulida que otras de sus historias anteriores, y también parece apresurada. Hacia el final, la historia acelera tanto que amenaza con perder el control; como si de repente se hubiera quedado sin tiempo y hubiera saltado hacia delante, como Marie. Pero también es una de sus películas más melancólicas y emocionalmente complejas, en cuanto a la locura y a los órganos sexuales eléctricos, porque hay algo notablemente triste en esta pareja. Ella intenta luchar por otra oportunidad en la vida, una página en blanco, mientras su marido sigue tranquilamente con su vida. Lo más desgarrador es que a Marie, que de otro modo podría haber mantenido su “y si…” y la ilusión reconfortante de que si hubiera jugado bien sus cartas, su vida hubiese sido mejor, le espera un duro golpe. Es muy sano que las personas que intentan luchar contra el tiempo, de cualquier manera, parecen ser castigadas en la película. Pero quizás esa es la clave: al menos, lo intentan.

Increíble pero cierto es una coproducción entre Francia y Bélgica llevada a cabo por Atelier de Production, y coproducida por Versus Production y ARTE France Cinéma. WTFilms y Wild Bunch International gestionan las ventas.

(Traducción del inglés)

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Quentin Dupieux, Mathieu Verhaeghe, Thomas Verhaeghe, Léa Drucker, Anaïs Demoustier
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