10/02/2022 - BERLINALE 2022: Thierry Demaizière y Alban Teurlai se sumerge en las clases de hip-hop de un instituto parisino en este viaje iniciático para trascender las barreras sociales

“¡Acércate! ¡Cierra el círculo!”. En su nueva película, Allons enfants [+lee también:
tráiler
entrevista: Thierry Demaizière y Alban…
ficha de la película], estrenada en la apertura del programa Generation 14plus de la 72ª Berlinale, los documentalistas Thierry Demaizière y Alban Teurlai nos invitan a una experiencia educativa muy singular, que desborda energía, incertidumbres propias de los sueños adolescentes, y una voluntad de autosuperación y de las fronteras sociales. Pues más allá del atractivo espectáculo de una pasión por la danza satisfecha en todas sus dimensiones de perfeccionismo y de práctica deportiva de alto nivel, se sumerge un año escolar completo en la sección de hip-hop del instituto Turgot, en París, y descubre a una juventud francesa entrañable y diversa a quien se le ofrece la oportunidad de liberarse del determinismo social que divide entre barrios populares y entornos más privilegiados.  

Sin duda, esta puerta entreabierta hacia el futuro para jóvenes a menudo caricaturizados como “casos sociales” y demás “gentuza” no se desarrolla sin dificultades. Hay que superar el mal karma familiar, los abismos culturales, y mantenerse a flote a nivel académico (nada sería posible sin el apoyo excepcional, suave y firme, del profesor de baile David Bérillon y del director del colegio, M. Barrand). Pero esta iniciación a un nuevo mundo irradia de una llama grupal tan positiva que lleva en ella la savia de la metamorfosis cuya vitalidad los cineastas han sabido aprovechar.  

El hip-hop se compone de la magia del movimiento, de las coreografías muy personales, de la fluidez y del sentido del tempo, pero sobre todo de la “batalla”, del cara a cara, y también del equipo, de la “crew”. Después de clase (en francés, sobre Germinal, de Zola), nuestros 50 aprendices de Turgot, de cuarto de ESO a segundo de Bachillerato, se reúnen en el gimnasio donde se preparan para clasificarse para los campeonatos de Francia: aprenden a escuchar sus cuerpos, a respirar mejor, a sondear sus fortalezas y sus debilidades, a mejorar sus solos o las figuras grupales, a exorcizar su violencia y sus dudas a través de la danza. La película se centra en ocho de ellos: Charlotte, la superviviente africana adoptada; Erwan y su infancia con su madre bipolar y alcohólica; Michelle la ultra tímida; Nathanaël el desenvuelto; Ketsia la turista; Maxime el desgarbado; Melissa la revanchista y Aniss el falso “chico malo”. A través de sus confidencias a la cámara o sus discusiones fugaces en los vestuarios, los pasillos o el patio de recreo, surgen micro retratos exactos y conmovedores, pero también un reflejo mucho más amplio de la juventud francesa contemporánea (y sus precepciones de las clases sociales, de las razas, de los sexos, del dinero, del futuro, etc.).

Fruto de un montaje muy equilibrado entre la parte emocionante del hip-hop (el entrenamiento, las competiciones, los espectáculos y las cautivadoras sesiones libres en el sótano o en el interior de una piscina en desuso), la perspectiva de los estudios (reuniones individuales trimestrales de evaluación y de conversación con los tutores) y multitud de pequeños instantes compartidos entre alumnos, Allons enfants no esconde la realidad de los éxitos y de los fracasos. Una autenticidad que no valora más que el éxito global de “la experiencia Turgot” y que muestra todas las virtudes de un mestizaje social escolar benevolente, como un soplo de futuro republicano optimista.  

Allons enfants ha sido producida por Falabraks y Tohubohu. Le Pacte gestiona las ventas internacionales.

(Traducción del francés)