11/11/2021 - David Pantaleón debuta en la dirección de largometrajes con un film construido como una sucesión de hermosos tableaux vivants, con un argumento inspirado en tradiciones y rituales

Rendir los machos [+lee también:
tráiler
ficha de la película], ópera prima de David Pantaleón (Gran Canaria, 1978), se ha estrenado mundialmente en la edición número 18 del Festival de Cine Europeo de Sevilla al tiempo que abría su sección Las Nuevas Olas, una de las más osadas y vanguardistas del certamen que dirige, siempre atento a las modas y los talentos emergentes, el inquieto José Luis Cienfuegos, secundado por un equipo a su mismo nivel de atrevimiento, compromiso y curiosidad.

Con guion –no carente de ironía– del propio Pantaleón y Amos Milbor, Rendir los machos (interpretada por actores profesionales y otros no tanto) narra el conflicto de dos hermanos que, tras la muerte de su padre, deben llevar a cabo una peculiar misión juntos: transportar a siete machos cabríos a través de tierras áridas y salvajes, para entregarlos a su máximo rival. En ese viaje, por supuesto, sucederán acontecimientos que darán un giro a la situación inicial. Y en ese trayecto el espectador disfrutará de la hermosura, alejada de la postal turística, de rincones alucinantes de Fuerteventura y Tenerife.

En las Islas Canarias también transcurría parte de la acción de Eles transportan a norte [+lee también:
crítica
tráiler
entrevista: Samuel M. Delgado y Helena…
ficha de la película], de Samuel M. Delgado y Helena Girón, film en el que Pantaleón intervino como actor, así como también lo hizo en Blanco en blanco [+lee también:
crítica
tráiler
entrevista: Théo Court
ficha de la película], de Théo Court, títulos donde asimismo se supera ese manido tópico de que las ubicaciones son un personaje más. En esta ocasión, incluso se consigue algo mágico: que el uso del ese objeto volador sobradamente identificado como dron tenga una función estética armónica (ahí destacan una secuencia que aprovecha el poder de las sombras creadas por la luz solar o el plano final, sobre unas aguas bicolores especialmente sugerentes), acorde con el resto de la narración, y no sea una abusiva demostración de acrobacias aéreas, como hemos visto mucho últimamente siempre que las acciones transcurren en “marcos incomparables”.

Pero sobre todo, el gran valor de Rendir los machos radica en la construcción de las secuencias, en esos planos estáticos que, planificados a modo de tableaux vivants, convierten la pantalla cinematográfica en una especie de gran escenario, en un decorado natural (con alguna manipulación leve) por donde se mueven esos dos hombres en tránsito. Esa es la mayor virtud y también el defecto más destacable de esta película: mientras te embelesas con su belleza serena, ésta –en ocasiones demasiado estática y contemplativa– puede llegar a adormilarte.

Rendir los machos es una producción franco-española de las compañías Volcano Films y Noodles Productions. La distribuye en España la compañía Begin Again Films.