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COTTBUS 2021

Crítica: Orchestra

por 

- Matevž Luzar embarca a los espectadores en un largo viaje en autobús, aunque se mareen, porque por lo menos hay bebida suficiente

Crítica: Orchestra

Orchestra, de Matevž Luzar, es una pequeña propuesta en blanco y negro que consiguió entrar en la competición de largometrajes del FilmFestival Cottbus (donde se estrenó mundialmente); y que logra encontrar algo de humor en las aburridas rutinas de sus personajes. Como banda de música eslovena invitada a Austria, tocan, por supuesto, pero antes de eso cotillean y beben tanto que es un milagro que alguno de ellos pueda actuar después. Excepto por algunos encuentros, y toda una subtrama que incluye a esos que se quedaron en casa y (sorpresa) decidieron beber por su cuenta, básicamente eso es todo lo que pasa. Te subes a un autobús, empiezas a beber, llegas a un hotel y sigues bebiendo, gritando de manera alegre “¡Spritzer!” cuando alguien intenta sacarte una foto.

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Sus interacciones, que van desde monólogos borrachos hasta gruñidos resacosos, son bastante convincentes. Previsiblemente, todos tienen problemas, preocupados por si una cosa u otra los llevará a endeudarse o les hará perder su trabajo; ya sea beber en exceso, la boda de una hija que se vislumbra en el horizonte o incluso un autobús rayado, como es el caso de un conductor novato, un padre primerizo que siempre parece medio dormido. Sería más entretenida si la película de Luzar fuese más corta; sin embargo, incluso con la simpatía de los protagonistas, al final se hace interminable y carece de la historia necesaria para llenar el tiempo.

Al parecer, el director solía ir de tour con esta banda y, de alguna manera, sobrevivió, lo que ya es una proeza. Aquí nos muestra lo que sabe y, por muy raro que parezca, son los músicos mayores los que se portan mal, con unos cuantos chavales más jóvenes visiblemente poco impresionados por tanta bebida y gritos. Pero todos necesitaban salir de vez en cuando de la segura crisálida del autobús, aunque solo fuera para conocer a los austriacos locales que a veces les proporcionaban alojamiento y se encontraban con una desagradable sorpresa. “¿Cómo es que no se aburre, colgado ahí?” pregunta uno de los miembros de la orquesta mientras mira a Jesús en la cruz en una de las casas religiosas que fueron tan tontas como para alojarlos. Pero el anunciado “choque de dos culturas” nunca llega a producirse, sobre todo porque el equipo está demasiado ocupado machacándose, para después intentar disculparse por el desastre.

Hay toda una historia que hubiera funcionado mucho mejor por separado, como un cortometraje, ya que un montón de mujeres deciden aprovecharse de la ausencia de sus maridos y hacen una fiesta. Es una auténtica noche de abandono, una que seguramente no pueden permitirse muy a menudo, y entretenida de ver. Pero no encaja necesariamente con toda la narración, cuyo corazón sigue siempre en ese maldito autobús, que continúa con su viaje con “los peores pasajeros que puedan existir”, convencidos de que, pase lo que pase, un spritzer o dos siempre calmarán el dolor. En su caso, lo hace; al menos hasta que llega la mañana o un policía aparece con un alcoholímetro.

Orchestra ha sido producida por Petra Vidmar para la eslovena Gustav Film, en coproducción con Katja Šoltes and Nadja Bedjanič, RTV Slovenija, Pihalni orkester Svea - Zagorje, Noella Co, the City of Zagorje Ob Savi, the City of Slovenj Gradec, Ready On Set, Sndkt y Unicasting.

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(Traducción del inglés por Joanna Sánchez Moya)

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