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VIENNALE 2021

Crítica: Krai

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- El primer largometraje de Aleksey Lapin es un vistazo conmovedor y semidocumental a la vida cotidiana de un pequeño pueblo de la frontera rusa

Crítica: Krai

"Espero que no hayas venido a deshonrar tu tierra natal”, exclama una mujer desde la plaza principal del pequeño pueblo fronterizo ruso de Jutanovka. Este aviso va dirigido al director Aleksey Lapin, centro de todas las miradas, y que intenta apaciguar a aquellos que se han reunido para escuchar su declaración. Estos comparten un anhelo de emocionarse, similar al experimentado en un parque de atracciones.“La trama gira en torno a la historia de la ciudad y sus gentes”, brinda Lapin como imprecisa respuesta. Este alegato es lo que cualquier ciudadano podría repetir al tratar de resumir las consecuencias del convulso mundo exterior, el cual ha despertado al pueblo de un letargo que se remonta al inicio de los tiempos.

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No sería cierto afirmar que la “perspectiva histórica” sea el eje central del debut cinematográfico de Lapin, proyectado en la 59.ª edición de la Viennale, en la sección de largometrajes. El título de la película, Krai [+lee también:
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, puede traducirse por “tierra” o “región”. Y es que precisamente son esta tierra y sus gentes el hilo conductor de la narrativa. El director ruso afincado en Viena logra retratar una humilde y conmovedora imagen de la vida cotidiana del lugar. Lapin posee vínculos con el pueblo gracias a su familia, pero al no haber vivido nunca allí, se siente como un forastero, como un mero observador.

No se percibe una trama más allá del propio reparto buscando vecinos dispuestos a convertirse en actores para esta “película histórica”. Dicha disposición queda clara desde la secuencia inicial, cuando Lapin y su primo Seva recogen setas en un campo de Jutanovka y un anciano se les acerca prometiendo saber recitar poesía, justo antes de embarcarse en un largo monólogo de prosa dramática. Varios vecinos más se les acercan a lo largo de la película pidiendo ser parte de ese algo sobre lo cual no tienen ni idea. Cuando Lapin pregunta a una chica de 15 años por qué quiere participar en el film, esta responde: “porque quiero ser famosa”.

Cabe destacar que el director no cae en lo fácil y evita crear una película sin argumento dentro de otra película. Su mera presencia durante los quehaceres diarios, junto a las pesquisas de su primo Seva bastan para sumergirnos en el ciclo existencial de los vecinos. Debido a la edición del film, se percibe una sensación de bucle, ya sea por las continuas insistencias de Seva sobre una fuga de gas en las colinas cercanas que está enfureciendo a la gente, ya sea por los momentos donde el equipo de rodaje comparte coche para desplazarse, o ya sea por las escenas donde generaciones de jóvenes y ancianos se reúnen mientras son iluminados por la luz del fuego o una vela, al mismo tiempo que el pueblo es víctima de un corte de electricidad.

A pesar de que la vuelta a estas prácticas anacrónicas, así como la comparación de este caos con la conmoción poscomunista de los “locos años 90” por parte de los más ancianos es brillante, la película se abstiene de poner demasiado énfasis en este tipo de situaciones. El paso del tiempo no es relevante en esta historia. Consecuencia del abismo geográfico, el pueblo goza de la libertad de no estar anclado a los cánones del resto del mundo. La sutil evolución que allí se experimenta puede ser apreciada por los pequeños detalles: una mujer cambiando el empapelado de la habitación de su hijo, nuevos vehículos reemplazando coches de decenas de años de antigüedad, o una joven aprendiendo breakdance.

Enteramente rodada en blanco y negro, y con un excesivo, pero aun así estable encuadre 4:3, Krai no se limita únicamente a cautivar con las imágenes de los delicados paisajes montañosos y de crecimiento urbano del pueblo; sino que además resalta los tiernos lazos afectivos que unen a la comunidad, abandonando así el temor de que esta película pueda ser una deshonra para la tierra de los antepasados de Lapin.

Krai ha sido producida por la austriaca Horse&Fruits Wien y la distribuye internacionalmente sixpackfilm.

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(Traducción del inglés por Juan Ramón Parra)

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