02/11/2021 - El documental de Barbora Sliepková, ganador del Festival de Ji.hlava, encuentra mucha ternura en la ciudad

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entrevista: Barbora Sliepková
ficha de la película], de Barbora Sliepková, la reciente ganadora de la competición Opus Bonum del Festival Internacional de Documentales de Ji.hlava, donde se estrenó mundialmente, tiene frases como: “Aprendí a deambular día tras día y a soportar el insoportable vacío”. Y aún así, de alguna manera, no tiene ni una pizca de pretenciosidad. Esto se debe principalmente a que la exploración de Bratislava (constantemente reconstruida y en crecimiento) por parte del debutante director eslovaco es cálida y divertida, pues nos presenta un universo en el que los sonidos de los pasos de los peatones pueden describirse como “andante” en lugar de simplemente insufribles.

Es un cuento extravagante, y a pesar de su fotografía sombría en blanco y negro, Amélie Poulain podría haber aparecido aquí también sin ningún problema. En su lugar, Sliepková se centra en Danko, que deambula por la ciudad y casi ya no la reconoce, junto a su perro. También se centra en todos los trabajadores que hacen que la ciudad funciones, pero que pasan desapercibidos, como para hacer creer a la gente que la ciudad funciona diariamente por sí sola. Ellos dibujan líneas blancas en las calles, ponen señales o renuevan balcones, incluso bajo un calor abrasador; y se frustran, comprensiblemente, cuando alguien pisa su trabajo antes de que se haya secado, sin ser conscientes de las técnicas que se habían aplicado con cariño.

Aunque la mayoría de los cuentos urbanos se centran en la soledad, en este, las personas interactúan; a lo mejor es simplemente el modo Bratislava. Se quejan sobre la temperatura y comparten cigarros con desconocidos; o se acercan a cantantes ciegos por la calle para charlar y pedirles una melodía. Parece que Sliepková elige a sus protagonistas de manera libre, simplemente porque le interesan: como una joven artista que dibuja caras de hombres en pan para una futura exhibición. Quien, para lidiar con su falta de figura paterna, comparte con su madre una afición por las mascotas poco comunes, ya que se las ve cuidando de un caracol y un camaleón.

Obviamente, siempre va a haber un sentimiento de melancolía cuando observamos un sitio que solía ser familiar, solo para darnos cuenta de que “esos edificios antes no estaban aquí”. El aspecto retro en blanco y negro resulta casi irónico; en las grandes ciudades, el pasado parece no importar tanto, no cuando edificios enteros parecen surgir de la nada y los brotes de nostalgia se ven ahogados por el ruido constante de las obras de construcción. Pero las personas se adaptan; eso es lo que hacen, escuchar notas musicales en algo que, de lo contrario, los volvería locos. O, a lo mejor, otra vez, es simplemente el modo Bratislava.

Lines ha sido producida por la productora eslovaca Hitchhiker Cinema y coproducida por Soňa Horváthová y Nazarij Kľujev.

(Traducción del inglés por Joanna Sánchez Moya)