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VENECIA 2021 Orizzonti

Crítica: Promesas en París

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- VENECIA 2021: Thomas Kruithof, Isabelle Huppert y Reda Kateb se sumergen en la acción política, entre intereses individuales y colectivos, dinámicas de poder y lo que está en juego en la sociedad

Crítica: Promesas en París
Reda Kateb y Isabelle Huppert en Promesas en París

“Entonces, ¿soy honesta pero miento? –Una promesa rota no es una mentira; tampoco una falsa promesa y menos una auténtica mentira –En la práctica, sigue siendo una mentira”. Promesas en París [+lee también:
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, de Thomas Kruithof, que ha abierto el programa Orizzonti de la 78º Mostra de Venecia se sumerge de forma novelesca (no desprovista de realismo bien informado), en el pequeño mundo de la acción política ligada a los intereses económicos de una ciudad bastante desfavorecida de los suburbios de París. La película se inscribe en una tendencia actual del cine francés de apoderarse (en tonalidades diferentes) de temas relacionados con la gestión pública en su dimensión más próxima a los ciudadanos (Los consejos de Alice [+lee también:
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, Merveilles à Montfermeil [+lee también:
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). Un interés muy contemporáneo relacionado con la pérdida de la fe en el discurso político, las problemáticas de las periferias marginadas y empobrecidas de las grandes ciudades, y los medios para remediarlo, con la compleja intersección entre voluntad pública, deseos individuales y ambición de poder.  

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Todas estas temáticas y sus múltiples facetas (reuniones en los barrios, puerta a puerta en edificios ruinosos donde un propietario alquila viviendas en condiciones insalubres para desesperación de sus habitantes, que se muestran receptivos a las estrategias de persuasión municipales, esferas cercanas al gobierno que prometen puestos ministeriales, negociaciones con el Alto Comisionado para la adjudicación de cuantiosas obras públicas de rehabilitación de viviendas en toda la Isla de Francia, informes de relaciones de poder dentro de los partidos, etc.) alimentan el rico guion de Promesses en torno a un dúo de profesionales de la política de la ciudad cómplices y experimentados: la alcaldesa Clémence (Isabelle Huppert) y su jefe de gabinete, Yazid (Reda Kateb).

La primera, que antes se dedicaba a la medicina, ha encadenado dos mandatos y tiene previsto dejar su puesto a su ayudante, Naidra (Naidra Ayadi), de cara al próximo escrutinio. El segundo, procedente de los barrios pobres de la zona, espera ampliar sus horizontes después de la “jubilación” de su admirada jefa, con un ascenso en la capital. El binomio se enfrenta a un último desafío: obtener una subvención de 63 millones de euros para salvar el barrio de Bernardins y sus miles de hogares. Pero el Estado (notablemente encarnado por Laurent Poitrenaux) tiene dudas porque la asociación de inquilinos (dirigida por Jean-Paul Bordes) está en guerra abierta con el administrador judicial (un conflicto alimentado por Sofiane Guerrab pues algunos, escondidos detrás testaferros, se aprovechan de la miseria de otros amontonando migrantes en apartamentos). Paralelamente, el miedo al vacío del final de su carrera política empieza a afectar a Clémence, dividida entre el cebo ministerial y la tentación de faltar a su palabra…  

Les Promesses, construida sobre un ritmo bastante bien ejecutado que entrelaza los eslabones de la trama, los diferentes estratos de resolución (Estado, ayuntamiento, partido, ciudadanos) y sus atmósferas diversas, con un objetivo a la vista, consigue transformar un tema complicado en una historia interesante. Una cadencia que, sin embargo, tiene como contrapartida una relativa renuncia a profundizar en la identidad de los personajes: el personaje de Isabelle Huppert se apoya en el carisma de la actriz, mientras que Reda Kateb tiene mucho más a su favor. Un pequeño bemol que no altera la pertinencia de una película que desmenuza con inteligencia el día a día de la acción política (dividida entre poder y libertad) y sus desafíos para todos los implicados. Pues “nunca es demasiado tarde para cumplir sus promesas”.

Promesas en París ha sido producida por 24 25 Films y coproducida por France 2 Cinéma, Wild Bunch y Les Films du Camélia. Elle Driver gestiona las ventas internacionales.

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(Traducción del francés)

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