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CANNES 2021 Fuera de competición

Crítica: De son vivant

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- CANNES 2021: Emmanuelle Bercot firma un melodrama arriesgado, potente y punzante, sobre un hombre encarnado por Benoît Magimel que camina hacia su ineludible muerte

Crítica: De son vivant
Benoît Magimel en De son vivant

“Prepárate para la gran despedida y prepara a los demás para tu usencia”. Dolor, valentía, culpabilidad, soledad, tristeza, libertad, dilema, decisión, crueldad, impotencia: “sea cual sea el guion, perderemos la batalla contra el cáncer porque será más fuerte que nosotros”. Cuando el joven cuarentón Benjamin se entera de que lo que él llama “mierda en el páncreas”, con la confusión, el nerviosismo y la esperanza de ser curado, es incurable se pone a la defensiva frente a la ineludible verdad científica (“eres un as, pero no tienes nada que proponer”).

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, la cineasta francesa Emmanuelle Bercot retrata el camino de aceptación de la propia muerte hasta el último aliento, en cuatro estaciones, acompañado de sus seres queridos y del personal médico. Un melodrama de aceptación desgarrador que busca los destellos de luz y de vida en la oscuridad de la muerte, que poco a poco se apodera del cuerpo. Un largometraje presentado fuera de competición en el 74º Festival de Cannes que ofrece un gran papel al siempre excelente Benoît Magimel y que rinde un conmovedor homenaje a la resiliencia de la mítica Catherine Deneuve, que retomó el rodaje de la película después de varios meses a causa de un infarto cerebral.

“Mamá, estoy jodido”. Con su cáncer de estadio 4, la esperanza de vida de Benjamin (Magimel), un profesor de teatro que prepara a sus jóvenes alumnos para las pruebas de ingreso al Conservatorio Nacional, es de 6 a 12 meses. Negación, intentos de mantener la calidad de vida y de ralentizar el proceso mortal, síndrome del héroe (el impasse insoportable para el paciente de no renunciar a la lucha contra su enfermedad tiene como corolario el temor a decepcionar, mientras que en realidad necesita lo contrario, el permiso para morir), miedo, disminución progresiva de las capacidades vitales, puesta en orden del mal karma de su vida para encontrar la serenidad. La película recorre todas las etapas de este último viaje junto a Benjamin, su madre Crystal (Deneuve), el doctor Eddé (el oncólogo americano-libanés Gabriel Sara, que se interpreta a sí mismo), su mano derecha Eugénie (Cécile de France), la estudiante de teatro Lola (Lou Lampros), el hijo australiano Léandre (Oscar Morgan).

Emmanuelle Bercot (que escribió el guion con Marcia Romano), que intenta encontrar el equilibrio entre la apertura de los vanos emocionales y la modestia necesarias para una descripción precisa del proceso, toma riesgos (los evangelios del personal médico para aliviar la presión al final de sus informes) y exagera un poco con la historia del niño que resurge del pasado. Pero la vida también es eso, con todas estas posibilidades y lamentos que se cristalizan en cuanto se perfila el cara a cara definitivo con uno mismo. De son vivant es un melodrama que no tiene miedo de su sombra, y eso es bueno.  

De son vivant ha sido producida por Les Films du Kiosque, y coproducida por Les Films du Kiosque y las compañías belgas Scope Pictures y StudioCanal (que también gestiona las ventas internacionales).

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(Traducción del francés)

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