10/07/2021 - CANNES 2021: El primer largo de Vincent Maël Cardona, que mezcla géneros de forma creativa, capta la energía de la juventud de dos hermanos unidos pero diferentes en los tiempos de las radios libres

“La voz eras tú. Yo era sólo el hermano pequeño que pulsaba los botones, pero se me daba bien. Hacíamos radio, éramos rebeldes y yo estaba muy orgulloso”. Estamos en mayo de 1981 y en la televisión aparece el rostro del nuevo presidente de la república francesa: el socialista François Mitterrand. Pronto, las radios FM serán legalizadas, pero, por el momento, Jérôme y Philippe se divierten en su pequeña ciudad de provincia, en las ondas de su propia Radio Warsaw, fascinados con Marquis de Sade, The Sonics, Iggy and the Stooges, llorando por Ian Curtis y Joy Division, inventando jingles y mezclando sonidos, antes de unirse a la fiesta de alcohol, humo y baile en un bar o en plena naturaleza.

Estos jóvenes, que disfrutan de la vida sin saber que están en el momento álgido de un periodo libertario que enfriará los años ochenta, protagonizan el primer largometraje de Vincent Maël Cardona, Les Magnétiques [+lee también:
tráiler
entrevista: Vincent Maël Cardona
ficha de la película], una película que mezcla varios géneros con alegría e ingenio (crónica social, comedia, drama, romance [una chica entre dos hermanos]), estrenado en la 53ª Quincena de los Realizadores (en el marco del 74º Festival de Cannes).

Philippe (Thimotée Robart) y Jérôme (Joseph Olivennes), que viven y trabajan con su padre mecánico, son el ying y el yang: el primero es amable y cohibido (y un pequeño genio del sonido) y el segundo es el centro de atracción y de agitación local. El mayor también sale con Marianne (Marie Colomb), que ha venido de la región parisina para aprender peluquería durante un año, y de quien Philippe está enamorado en secreto. Sin embargo, el ambiente es de un entusiasmo desbordante y de una gran complicidad (el pequeño suele meter en la cama a un Jérôme en avanzado estado de embriaguez, para disgusto de su padre). Pero todavía existe el servicio militar obligatorio y Philippe no consigue, a pesar de sus esfuerzos, ser declarado inútil (P4: problemas psíquicos, reciclado en la antena con P de Peace) y es enviado a Berlín durante un año. Antes de irse, Marianne le da algunas señales alentadoras… ¿Encontrará Philippe su propia voz, sus propias ondas, en el mundo de los machos alfa? ¿Qué ocurrirá en su ausencia?

Les Magnétiques, dinámica, simpática (con dos buenos intérpretes principales) y repleta de momentos divertidos, usa la música de diferentes formas creativas para exaltar la historia. La película, que juega sus cartas con un estilo alegre (a pesar de una ligera falta de originalidad en la parte final), también trata de forma implícita el germen de un cambio generacional, los límites de vivir en la provincia, en un mundo geopolítico en plena gestación (las musas del undergroud musical mundial se encuentran en Berlín del Este), en una época de malos presagios y de la muerte de Bob Marley… El reino de los K7 y de los vinilos tocaba casi a su fin, la sociedad había tomado el camino del negocio y del rigor, y se perfilaba la edad adulta con sus decisiones a veces dramáticas o depresivas, y sus idilios en ciernes. Pero no olvidemos que, como cantaban The Undertones, “Teenage dreams so hard to beat”.

Les Magnétiques ha sido producida por Easy Tiger y Srab Films, y coproducida por la alemana Elemag Pictures. Indie Sales gestiona las ventas internacionales.

(Traducción del francés)