email print share on Facebook share on Twitter share on LinkedIn share on reddit pin on Pinterest

SXSW 2021

Crítica: Paul Dood's Deadly Lunch Break

por 

- El relato bizarro de Nick Gillespie sobre un candidato a un talent show que se convierte en un ángel de la venganza se mueve entre dulzura y gore, para acabar abandonándolo todo

Crítica: Paul Dood's Deadly Lunch Break
Tom Meeten en Paul Dood's Deadly Lunch Break

No hay muchos momentos para reírse a carcajadas en la decepcionante y francamente irritante Paul Dood's Deadly Lunch Break, de Nick Gillespie, que ha tenido su estreno mundial en la sección Narrative Spotlight del SXSW, pero resulta difícil no valorar la premisa de la obra: el protagonista, Paul Dood, se dispone a llevar a cabo una serie de asesinatos, pero solo cuenta con el descanso del almuerzo para cumplir su elaborado plan. Si semejante enfoque no nos hace gritar inmediatamente "¡película británica!", nada lo hará.

(El artículo continúa más abajo - Inf. publicitaria)

Paul tiene sus razones, obviamente, aunque decir que ha tenido un “mal día” evocaría lamentables recuerdos sobre una reciente rueda de prensa en Georgia (Estados Unidos). Es un mal momento para esta historia, pero la película ya es lo suficientemente vergonzosa por sí sola: una mezcla entre un relato supuestamente conmovedor sobre un hombre que no logra cumplir sus sueños y una serie de episodios sangrientos que incluyen a un sacerdote y una apisonadora, entre otras cosas. Muy divertido.

Paul (Tom Meeten) trabaja en una tienda benéfica y sueña con ser famoso, aunque la única persona que realmente ha creído en él es su madre enferma. De camino a la audición para uno de esos reconocidos concursos de talentos, casi todo le sale mal, principalmente debido a cinco desagradables extraños a los que se encuentra en el camino. Tan acostumbrado a los abusos que apenas se da cuenta, atrapado en el rol de un simpático pusilánime, Paul normalmente los ignoraría. Sin embargo, cuando ocurre la tragedia, ya no tiene nada que perder. Paul decide ponerse un traje brillante, asustar a un par de ancianas en el parque y anunciar que, durante su pausa para el almuerzo, va a vengarse de todos ellos.

Siempre es agradable ver a gente castigada simplemente por comportarse como idiotas, aunque no necesariamente de una forma tan espantosa, pero hay otro elemento que se suma a la ya concurrida historia: las redes sociales. Acostumbrado a compartir prácticamente todo en redes, Paul logra aún más reconocimiento gracias a sus nuevas acciones, retransmitidas en directo para el deleite y la confusión de muchos. Acumula “me gustas” y una base de seguidores, aunque es difícil decir exactamente qué pasa con ellos. Al igual que con muchas otras cosas en la película, que se presentan para prescindir rápidamente de ellas, reflejando el triste destino de todos esos juguetes viejos y manuales de pesca esparcidos por la tienda benéfica. Hay ecos de esa famosa frase sobre la "bondad de los extraños", aunque esta vez proviene de miles de personas que animan a un héroe al que ni siquiera conocen, pero no está claro si esta comunidad le da fuerzas o lo lleva por el mal camino. No es que importe demasiado, ya que a pesar de introducir citas de Margaret Atwood (¿por qué no?), Gillespie parece más interesado en el atuendo de Paul y en sus movimientos de baile que en cualquier tipo de análisis, creando una obra que intenta gustar a todo el mundo, pero que solo convencerá a algunos. Por otra parte, lo de Paul Dood siempre ha sido un gusto adquirido.

Paul Dood's Deadly Lunch Break es una producción de la británica Belstone Pictures. Concourse Media se encarga de las ventas internacionales.

(El artículo continúa más abajo - Inf. publicitaria)

(Traducción del inglés)

¿Te ha gustado este artículo? Suscríbete a nuestra newsletter y recibe más artículos como este directamente en tu email.

Privacy Policy