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BLACK NIGHTS 2020 Competición Óperas primas

Crítica: Model Olimpia

por 

- En su primer largometraje, Frédéric Hambalek explora el método terapéutico creado por una madre para tratar las oscuras fantasías sexuales de su hijo

Crítica: Model Olimpia
Alban Mondschein en Model Olimpia

¿Puede un fallo en la naturaleza de una persona ser reparado a través de la educación en forma de terapia? En su primer largometraje, Model Olimpia [+lee también:
tráiler
ficha de la película
]
, el director alemán Frédéric Hambalek profundiza en el tema para encontrar la respuesta a dicha pregunta. La película se ha estrenado en la Competición de Óperas primas del Festival Black Nights de Tallín.

Hamabalek, que aquí ejerce de autor, director y miembro del equipo de producción y de edición, empieza su película con una supuesta sesión de psicoterapia: un joven veinteañero habla, mientras una mujer de unos cuarenta o cincuenta años lo escucha con atención, y le hace algunas preguntas. El encuentro termina con ella mostrándole a él fotos de rostros de mujeres jóvenes, y pidiéndole que invente detalles sobre sus vidas. En la escena siguiente, queda claro que no es una sesión de terapia normal: el apartamento es el mismo, y ambos viven en él. La “terapeuta” es la madre del joven.

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Algo malo le ocurre al chico (los protagonistas no tienen nombre), interpretado por el poco conocido Alban Mondschein, cuyos trabajos anteriores incluyen papeles infantiles y televisivos. Sus fantasías sexuales no son sanas, y giran en torno a la violencia y la muerte. La madre, interpretada por Anna Steffens, toma cartas en el asunto y diseña su propia terapia, que se compone de órdenes, rutinas y un modelo impuesto de fantasías sexuales “sanas”. Por ejemplo, obliga a su hijo a masturbarse mientras escucha audiolibros pornográficos, y a ver fotografías eróticas sacadas de revistas y colgadas sobre su cama. También contrata a una prostituta a tiempo parcial y le da instrucciones precisas para conseguir que las fantasías de su hijo se adapten a las normas sociales.

Sin embargo, las fantasías no se atenúan ni se vuelven más “normales”, ya que el joven las lleva a cabo con frecuencia. La única presencia que parece sana en su vida es la nueva vecina (Mathilde Bundschuh, que ha aparecido en varias series de TV policíacas como Krimi.de, o las diferentes versiones de SOKO), pero su estilo de vida “liberal” no convence a la madre. ¿Será capaz de desarrollar sentimientos románticos sanos por sí mismo antes de que sea demasiado tarde? ¿Servirá de algo el cambio de enfoque en la terapia que la madre introduce hacia la mitad del largometraje de 89 minutos de duración?

Model Olimpia (el título hace referencia a la madre dominante de Alejandro Magno) es una película valiente. Hambalek, cuya carrera hasta ahora se componía de varios cortometrajes, no huye de los aspectos más desagradables de las fantasías oscuras y de las enfermedades mentales pero, aun así, no se adentra en el territorio de la explotación. Su principal interés es estudiar las dinámicas de la relación madre-hijo, el concepto de curar algo que podría ser incurable y la intención de ayudar, aunque pueda causar más daños que beneficios. En lugar de giros baratos, opta por una perspectiva intelectual, distante, fría y seca, que se apoya en unas interpretaciones sólidas. La frialdad también se ve ampliada por la paleta de colores de la cinematografía de Alexander Griesser, mientras que las formas son suaves, haciendo de Model Olimpia una obra cinematográfica pulida desde el punto de vista visual, y estilísticamente coherente.

Model Olimpia es una producción alemana, producida por la compañía del director, Frédéric Hambalek Filmproduktion, en coproducción con Spektrumfilm. Frédéric Hambalek Filmproduktion también gestiona las ventas internacionales.

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(Traducción del inglés)

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