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VENICE 2020 Competición

Crítica: Nuevo orden

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- VENECIA 2020: Michel Franco firma una audaz, implacable y brutal crítica de la desigualdad y su relación con la violencia

Crítica: Nuevo orden
Naian González Norvind en Nuevo orden

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, de Michel Franco, es un drama distópico desgarrador sin un atisbo de esperanza. La cinta está repleta de acción de principio a fin, presentando giros impredecibles y una escena de boda que hace que las nupcias de Corleone parezcan casi anodinas. La obra también transmite un mensaje social devastador sobre la naturaleza de la violencia, que va más allá de los motivos políticos trillados y la racionalidad. En el fondo, el mensaje de la película sostiene que la desigualdad social es tan grande en la actualidad que la violencia es inevitable. La historia está ambientada en México, pero podría suceder en cualquier lugar. En este momento, la película compite en el Festival de Cine de Venecia.

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El sexto largometraje de Franco se basa en los temas de violencia y trauma que han estado presentes como una nube oscura sobre todos sus protagonistas. Este es su trabajo más ambicioso, con escenas multitudinarias, complejos carcelarios y armas. Incluso cuando opta por la cámara estática, sus películas siempre presentan una estética realista. En este caso, en el que decide emplear la cámara en mano, la obra tiene directamente un aire documental. La acción parece desarrollarse ante nuestros ojos, en lugar de ser narrada.

De este modo, también se convierte en una prueba visceral para el espectador. Franco parece hacer todo lo posible para inquietarnos. Por momentos, el visionado resulta aún más duro que La naranja mecánica, de Stanley Kubrick. Se presenta como la obra definitiva en lo que se refiere a la forma en que los directores del Nuevo Cine Mexicano (en películas como Hijos de los hombres, de Alfonso Cuarón, o Heli [+lee también:
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, de Amat Escalante) han demostrado cómo la desigualdad social es un preludio de la violencia sin sentido.

Al principio, la película parece moverse en el territorio habitual de Franco, intentando desentrañar una vez más cómo el neoliberalismo ha llevado a una enorme brecha entre ricos y pobres. Es un mundo marcado por la desigualdad, que se hace evidente en la división de clases y razas. Y una vez más, Franco pone a una mujer vulnerable pero resistente en el centro de la película.

Cuando llegamos a la boda de Marianne (una sensacional Naian González Norvind), unos pistoleros que portan pintura verde han atacado un hospital. La boda es un evento glamuroso, lleno de mexicanos blancos con ropa de diseño bebiendo champán. Parece que no les preocupa nada en el mundo. Es un día perfecto.

Cuando uno de sus antiguos empleados, Ronaldo (Eligio Meléndez), llega a la casa ese día, la situación se vuelve incómoda. El hombre está desesperado. Su esposa, que también trabajaba para la familia, necesita una operación para salvarle la vida. Ronaldo apela a la madre de Marianne (Lisa Owen), que es comprensiva pero cauta. La expresión de su rostro es suficiente para sugerir lo que está pensando: "Si acepto, ¿quién será el próximo?". Finalmente, decide darle tan solo una fracción de los 200.000 pesos mexicanos (unos 8.000 euros) que necesita. El hermano de Marianne, Daniel (Diego Boneta), tampoco es demasiado comprensivo.

Cuando Marianne se entera de lo que está pasando, opta por ayudarlo. Es una decisión que nace de la bondad, mientras corre por la lujosa casa. Está claro que el dinero no es un problema, y Ronaldo promete devolverlo todo. Por eso, aunque es el día de su boda, Marianne decide ayudar. Desgraciadamente, no se puede salvar a nadie en este nuevo orden, y pronto se hace evidente que se está produciendo una revolución. Las calles son un caos, nadie parece saber lo que está pasando y el dinero se convierte en el único dios. Todo el mundo está en peligro, sin importar su color, clase o religión. Es una de esas películas difíciles de disfrutar, pero es excelente. No hay finales felices.

Nuevo orden es una producción de la mexicana Teorema, coproducida por la francesa Les Films d’Ici. The Match Factory se encarga de las ventas internacionales.

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(Traducción del inglés)

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