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VENECIA 2020 Competición

Crítica: Dear Comrades

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- VENECIA 2020: Andrei Konchalovsky sigue en su floración tardía firmando este excelente drama sobre un levantamiento popular en la soviética Novocherkask y la masacre que le siguió

Crítica: Dear Comrades

William Faulkner escribió: “El pasado nunca muere, ni siquiera es pasado”. Pocas películas soportan el peso de esta frase tan bien el nuevo trabajo de Andrei Konchalovsky, que nos hace revivir la historia del siglo XX, marcada por las guerras.

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refina todavía más el estilo de su anterior incursión en Venecia, Paradise [+lee también:
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. Ambas películas en blanco y negro se complementan a la perfección, a pesar del contraste entre sus épocas. Dear Comrades, estrenada a principios de esta semana en la sección oficial del Festival de Cine de Venecia, puede aspirar a un público más amplio que su predecesora, y genera mayor reconocimiento hacia la ecléctica obra de Konchalovsky. Guiado por Andrei Tarkovsky, Konchalovsky es un escritor más accesible, pero no se estremece ante la brutalidad de los actos que vuelve a examinar.

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La sensación de que un turbio acontecimiento pasado vuelve a ocurrir es reveladora, y conecta la película con la gran Chernóbil, de HBO, que también narra uno de los acontecimientos clave en la historia de la Unión Soviética. Dear Comrades está ambientada 20 años antes, en junio de 1962, en la ciudad de Novocherkassk, en el oeste de Rusia, conocida por ser la capital cultural de los Cosacos. La eficiencia de la Unión Soviética como herramienta de compensación empieza a mostrar tensiones, y da lugar a una época acosada por la escasez de alimentos y la disfunción institucional masiva. La película de Konchalovsky, que se desarrolla en dos días asfixiantes, se centra en la masacre de Novocherkassk y en algunas de sus secuelas. La tensa duración de dos horas avanza con rapidez, pero sentimos que hemos visto una película monumental. 

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, crea una efectiva protagonista femenina, a través de la cual narra los acontecimientos. Lyuda (interpretada por la pareja de Konchalovsky, la excelente actriz Julia Vysotskaya) es una devota funcionaria del Partido Comunista y veterana de la Segunda Guerra Mundial, que integra el comité de la ciudad de Novocherkassk. Entre otras cosas, esto significa que ella puede evitar la pobreza y los disturbios que afectan a la mayor parte de la ciudad. Debido a su lealtad por la fuerza comparativa que Stalin fue capaz de dar a Rusia, se siente alienada por lo que ocurre en su país, y por la simpatía que siente su hija de 18 años, Svetka (Yulia Burova), por el creciente movimiento de protesta.

Ahogados por el aumento de las cuotas de producción, los trabajadores de la fábrica más importante de la ciudad inician una revuelta y arrojan piedras a la sede del comité regional. Poco después, oficiales de comité central y la KGB llegan a la zona enviados por el primer secretario, Nikita Jrushchov, y los manifestantes de la plaza central se encuentran con misteriosos tanques y francotiradores. Hay muertos y detenidos, pero el balance de la atrocidad es opaco, encubierto por los oficiales. Y la hija de Lyuda ha desaparecido. El día después es asistida en la búsqueda por un simpático oficial de la KGB (Vladislav Komarov), con quien desarrolla una química romántica.

Al igual que en Paradise, donde interpretaba a una intelectual rusa exiliada en la Francia ocupada, Vysotskaya interpreta con brillantez a un personaje “gris”, para mostrar el cliché de un sistema moral en blanco y negro. Su arco de personaje es único, ya que va desde la apatía a la comprensión, y encaja a la perfección con el resto de la historia.  

Es un regalo que Konchalovsky consiguiera financiación para grabar este proyecto inusual, con un estilo visual en blanco y negro propio de la Academia, y la recreación de una época que conoce como la palma de su mano.

Dear Comrades es una producción rusa llevada a cabo por Andrei Konchalovsky y Alisher Usmanov para Andrei Konchalovsky Studios. Films Boutique gestiona las ventas internacionales.

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(Traducción del inglés)

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