07/09/2020 - VENECIA 2020: El fascinante segundo largo de Philippe Lacôte reflexiona sobre las disputas por el poder y la sucesión en el despiadado universo de una prisión marcada por la mística africana

“Ahora eres Romano, el príncipe sin reino. Tendrás que contarnos historias”. Una orden que parece un ultimátum para el joven recién llegado, que se ve envuelto en la inquietante agitación de los internos del penal de MACA, en Abiyán, y a quien también se le muestra un gancho de hierro colgante en caso de que no se tome en serio su papel. En La noche de los reyes [+lee también:
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entrevista: Philippe Lacôte
ficha de la película], estrenada en la sección Orizzonti de la 77ª edición de la Mostra de Venecia, Philippe Lacôte dirige con gran creatividad un ritual en un contexto de lucha de poderes, en un universo ultraviolento.  

El cineasta (descubierto en Cannes 2014 con Run [+lee también:
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ficha de la película]) no se limita a la clásica dimensión dramática de la película carcelaria. Logra insertar en ella, abriendo puertas a otros mundos, las pulsaciones del África de los griots, mezclando las creencias irracionales con el realismo de la supervivencia y el crimen de los barrios periféricos, para conectarlos con la guerra civil que tuvo lugar en Costa de Marfil entre 2010 y 2011.

Barbe Noire (Steve Tientcheu), Nivaquine, Demi Fou, Sexy, Lame de Rasoir, Silence, etc. Los apodos de los ocupantes de la MACA ofrecen una imagen bastante representativa del ambiente en un lugar donde los guardias se refugian en sus oficinas, dejando a los reclusos libertad para moverse y matarse unos a otros (“la MACA les pertenece. Deben derramar sangre”). La atmósfera es eléctrica puesto que el jefe, Barbe Noire, se está muriendo y su puesto es codiciado por un grupo rival. Para ganar tiempo, reorganizar sus tropas y ajustarse a las tradiciones, invoca a la luna roja y al ritual del “Romano”, un “cuéntame una historia/érase una vez”, que alborota a los reclusos, al borde de la agitación general, mientras los candidatos al trono conspiran entre bambalinas. En medio del caos, el joven “Romano” (Bakary Koné), que se juega la vida en una sola noche, empieza a relatar (y a inventarse) la vida de Zama King, una leyenda urbana, el líder de la banda Microbios, en el barrio sin ley…

Entrelazar varias capas de relatos en una misma película es una empresa arriesgada pero Philippe Lacôte dota de homogeneidad a un conjunto muy vivaz, que exprime el imaginario y el fervor africano. Desde una guerra dirigida por una reina bruja (con el apoyo de efectos especiales) aconsejada por un ciego que es el padre de Zama King, pasando por la ascensión criminal de un joven que sigue los pasos de las FRCI (Fuerzas Republicanas pro-Ouattara en el conflicto marfileño de 2011), a la historia narrada por un “Romano” en una sola noche, mientras se desarrolla una guerra por la sucesión en la prisión: la historia arroja luz sobre un mundo polifacético donde la realidad y el mito son inseparables. El director consigue trasladar toda la energía de esta mezcla a una película interesante y seductora que se aleja claramente de los caminos trillados. 

La noche de los reyes, producida por la compañía francesa Banshee Films, ha sido coproducida por Wassakara Productions (Costa de Marfil), Peripheria (Canadá) y Yennenga Production (Senegal). Memento Films International gestiona las ventas internacionales.

(Traducción del francés)