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SARAJEVO 2020 Competición Documentales

Crítica: Return to Epipo

por 

- El documental semi-autobiográfico de Judit Oláh investiga abusos en un campamento de verano para niños poco ortodoxo en la Hungría comunista

Crítica: Return to Epipo

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, el segundo largometraje documental de la directora húngara Judit Oláh, forma parte de la competición de documentales en el Festival de Cine de Sarajevo, después de haber tenido su estreno mundial en CPH:DOX. La cinta cuenta la fascinante y apasionante historia de un campamento de verano en la Hungría socialista, más parecido a una secta que a un lugar donde los niños pasan las vacaciones.

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Mientras que la mayoría de los niños húngaros en la década de 1980 asistían a campamentos normales con una estricta disciplina y educación comunista, las familias de intelectuales urbanos estaban encantados con la oportunidad de enviar a sus hijos a Epipo, un lugar aparentemente liberal y con un espíritu libre. Una de estas jóvenes fue Oláh, a la que vemos al principio de la película hablando con su propia hija sobre un campamento de verano. Irónicamente, la cineasta está preocupada por todas las autorizaciones que debe firmar, liberando al campamento de básicamente cualquier responsabilidad sobre la salud de los niños... A diferencia de los años 80, cuando los padres simplemente subían a sus hijos en un autobús.

La película está compuesta como una especie de diálogo entre las dos generaciones, tanto históricas como personales, e incluye sesiones de psicodrama donde Oláh se reúne con sus antiguos compañeros de Epipo, así como entrevistas y abundante material de archivo. Este último consiste en grabaciones de VHS, filmadas principalmente por el villano de la película: el carismático y controvertido líder de Epipo, el maestro Pál Sipos.

Epipo fue creado como una especie de país en miniatura, con su propia bandera, himno y rituales religiosos, que resultaban especialmente persuasivos para un grupo de niños impresionables que crecían en una sociedad donde se evitaba a toda costa la religión. Los niños parecían sentirse seguros en este lugar de ensueño, además de considerarse superiores a los otros jóvenes que participaban en los campamentos de verano obligatorios y aburridos promovidos por el comunismo. Creían que Sipos era el epítome de la modernidad, con su enfoque cercano y su forma de estimular el pensamiento libre...

Sin embargo, el lado oscuro de Epipo salió a la luz en 2014, después de que un artículo en un medio local provocase un gran escándalo, inspirando a Oláh a enfrentarse a su pasado reprimido. En realidad, Epipo fue un lugar de humillaciones, burlas, abuso psicológico y sexual. Los mecanismos de control y dominio que empleó Sipos son exactamente los mismos que se describen en una miríada de documentales sobre sectas religiosas y sexuales.

Además del hecho de que se trataba de niños de primaria, el enfoque semi-autobiográfico de Oláh, que aparece como directora y protagonista, consigue marcar la diferencia con respecto a otros documentales similares. Además de presentar entrevistas con su propio padre y los antiguos participantes del campamento, que resultan en ambos casos muy incómodas, la realizadora también cuestiona sus propios recuerdos. El documental explora la falta de fiabilidad de la memoria de forma indirecta, pero no por ello menos significativa, a través de los recuerdos de estas experiencias formativas, que no dejan indiferente a nadie.

Cuando los antiguos compañeros del campamento hablan sobre sus experiencias más oscuras y difíciles, Oláh utiliza otro tipo de material de archivo como telón fondo, que consiste en imágenes en blanco y negro rodadas en Super-8 o 16 mm. Imágenes turbias y temblorosas de niños divirtiéndose en verano, probablemente manipulados para conseguir una atmósfera de pesadilla, que se ve acentuada por una banda sonora y un diseño de sonido sencillos pero amenazadores.

Return to Epipo es una coproducción entre la húngara Campfilm y HBO Europe. La canadiense Syndicado se encarga de las ventas internacionales.

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(Traducción del inglés)

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