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HOT DOCS 2020

Crítica: A Loss of Something Ever Felt

por 

- El conmovedor documental de Carlos E. Lesmes explora la oscura realidad de la drogodependencia y la complejidad de las relaciones familiares

Crítica: A Loss of Something Ever Felt

En una escena de A Loss of Something Ever Felt [+lee también:
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ficha de la película
]
, una coproducción entre Estonia, Colombia y Suecia, la protagonista de la historia, Eeva, reflexiona sobre el hecho de que tal vez su hermanastro y ella no eran realmente amigos. Se trata de una revelación amarga e irónica, que se produce mientras Eeva busca con obstinación a su hermano, desaparecido en medio de una espiral de drogodependencia. El documental, dirigido por el cineasta colombiano afincado en Estonia Carlos E. Lesmes, es un testimonio directo sobre la fuerza destructiva de la adicción, así como una exploración cruda y honesta del concepto de familia y los vínculos de sangre. La cinta ha sido seleccionada en la sección World Showcase del Hot Docs, y estará disponible para el público canadiense a partir del 28 de mayo en la plataforma online del festival.

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Eeva y su esposo viajan de Estonia a la capital de Colombia, inicialmente siguiendo el deseo de su madre, Hille. La pareja llega a Bogotá para buscar al hermano de Eeva, Lauri, un hombre con una historia sombría, marcada por la drogadicción, las temporadas en la cárcel, los momentos de sobriedad y las recaídas trágicas. Han pasado seis meses desde la última vez que Lauri se puso en contacto con su madre, para pedirle dinero y prometerle que las cosas irían a mejor. Para encontrarlo, Eeva debe recorrer una tierra desconocida, una ciudad con casi siete veces la población total de su país. Sin embargo, mientras se adentra en el corazón de este oscuro lugar, donde no parece haber nada más que caos y desesperación, la mujer también deberá reflexionar sobre la compleja relación que mantiene con su familia.

Los momentos de esperanza y angustia se suceden en la película como las olas en el mar. Un posible avistamiento de Lauri o una mención sobre su paradero terminan en una inevitable decepción. Siempre resulta ser la persona equivocada o un callejón sin salida. Las imágenes dinámicas y en movimiento de Colombia contrastan con la naturaleza más tranquila y estática de las escenas en Estonia, transmitiendo de forma muy efectiva la difícil misión de Eeva. Mientras busca por las calles de la ciudad, visitando zonas decadentes donde se encuentra con personajes rotos, la protagonista debe hacer frente a la sensación abrumadora de lidiar con algo que no puede entender.

Sin embargo, a pesar del carácter trágico de la historia, también hay atisbos de esperanza. Eeva examina la difícil relación que tiene con su hermano, preguntándose si alguna vez fueron realmente amigos. Con todo, ella sigue adelante, convirtiéndose en un símbolo de la fuerza humana y una oda al amor familiar, incluso cuando debe enfrentarse a realidades terribles. Del mismo modo, aunque los problemas de adicción a las drogas se muestran con todo lujo de detalles, un encuentro en un centro de rehabilitación promete una vía de escape para unos pocos afortunados. De hecho, el propio final presenta una especie de catarsis frente a la tragedia.

A Loss of Something Ever Felt, que comparte su nombre con un poema de Emily Dickinson sobre la juventud y la comprensión de la muerte, es un trabajo intenso y conmovedor filmado por el propio Lesmes (que a menudo aparece en la película ayudando a Eeva con su búsqueda). Aunque resulta dolorosamente trágica, la cinta también muestra algunos rasgos magníficos del espíritu humano, especialmente cuando se enfrenta a las circunstancias más aterradoras. Gracias a su historia oportuna y humana, la película debería tener una prometedora carrera en festivales (a pesar de la situación actual).

La película ha sido producida por la compañía estonia Alasti Kino y coproducida por la colombiana Vice Versa Cine y la sueca Little Black Fish.

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(Traducción del inglés)

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