21/11/2019 - El último largometraje documental de Mehrdad Oskouei, ambientado en un centro de detención de menores en Irán, ha inaugurado la 32ª edición de IDFA

El director y productor iraní Mehrdad Oskouei es un invitado habitual en el Festival Internacional de Documentales de Ámsterdam (IDFA), donde ha presentado casi todas sus películas desde el año 2000, cuando fue seleccionado con su cortometraje My Mother's Home, Lagoon. Casi dos décadas después, Oskouei ha inaugurado la 32ª edición del certamen holandés con su último largometraje, Sunless Shadows [+lee también:
tráiler
ficha de la película]. La película, que también forma parte de la competición oficial, muestra la vida dentro de un centro de detención juvenil en Irán, donde el director sigue a un grupo de muchachas que han sido condenadas por asesinar a un hombre de su familia. La naturalidad y franqueza con la que hablan de sus acciones resulta emocionante de principio a fin.

La película mezcla escenas espontáneas dentro de las instalaciones con entrevistas más controladas en las que las jóvenes se dirigen a la cámara como si hablaran directamente con su madre o con su víctima, que a menudo es el padre o el hermano de la detenida. Estas imágenes se muestran posteriormente a sus madres, algunas de las cuales también han sido declaradas culpables de asesinato y condenadas a pena de muerte. De esta forma, el documental genera un diálogo intenso y personal, donde salen a la superficie temas como la desesperanza y la falta de control. Por otra parte, resulta muy fácil entender las motivaciones que llevaron a estas mujeres a cometer dichos crímenes, ya que las historias de abuso que sufrieron a manos de sus víctimas son realmente espeluznantes. Aún así, las consecuencias también resultan devastadoras para sí mismas. La película muestra la naturaleza perturbadora de algunas de estas relaciones madre-hija, donde los roles parecen invertirse: una de las hijas siente que ella es en realidad la cuidadora. En una escena en particular, esta joven atrapa una paloma y posteriormente la libera en el patio. Cuando la lanza al aire, podemos sentir en ella el mismo anhelo de libertad.

Cabe destacar el contraste entre los testimonios y las escenas más observacionales, que presentan una ligereza inesperada. Si no conociéramos las historias de estas mujeres, su situación podría confundirse fácilmente con un campamento de verano para chicas: jugando en su habitación, sonriendo y haciendo bromas... Durante una sesión de imitaciones, el grupo tiene que adivinar el nombre de una celebridad estadounidense. "Jennifer López", grita una, "Trump, Trump", responde otra. La escena nos permite olvidarnos por un momento de su angustiosa situación, pero la sombra de su historia siempre nos acompaña. Es evidente que viven en un mundo dominado por hombres, donde las mujeres que están dispuestas a luchar viven mejor dentro de la institución que fuera, porque allí es donde están sus acusadores. Algunos planos sutiles de guardias armados reflejándose en una ventana nos recuerdan su encarcelamiento. ¿O tal vez se trata de algún tipo de protección? Su relación con los hombres también es un tema polémico para ellas, y la película muestra intensas discusiones entre las jóvenes. Debates sobre cómo debe comportarse un hombre con una mujer, donde se exponen tanto sus opiniones distorsionadas como sus traumas. Considerando que el propio cineasta es un hombre, la confianza que depositan en él es admirable, convirtiendo la película en un retrato emotivo y conmovedor.

Sunless Shadows es una producción de Oskouei Films (Irán) e Indie Film (Noruega). De las ventas internacionales se ocupa DreamLab Films.

(Traducción del inglés)