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PELÍCULAS / CRÍTICAS Italia

Crítica: L’uomo del labirinto

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- El thriller de terror de Donato Carrisi protagonizado por Toni Servillo, Dustin Hoffman y Valentina Bellè es una mezcla de referencias pseudo-hollywoodienses

Crítica: L’uomo del labirinto
Toni Servillo en L’uomo del labirinto

¿Cuál es la primera regla de los thrillers de terror? No usar nunca la máscara icónica de Scream, la versión hockey que usaba Jason en Viernes 13, la de Michael Myers en Halloween, la de Leatherface en La matanza de Texas o la de Hannibal Lecter en El silencio de los corderos. Y si eres el director de una obra más intelectual, nunca disfraces al asesino de conejo, al estilo Donnie Darko o peor, del Giant Death Rabbit de Bestia salvaje. Pero el escritor Donato Carrisi rompe esta regla al dirigir otro de sus libros más exitosos, L’uomo del labirinto [+lee también:
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ficha de la película
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, después de su primera incursión en la dirección de cine con La chica de la niebla [+lee también:
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(2017). Un conejo malvado con ojos en forma de corazón no es la única referencia cinematográfica que caracteriza a su nuevo trabajo, que atraerá la atención de los espectadores debido a la presencia de Toni Servillo y Dustin Hoffman en el reparto, pero que puede no gustar a los fans más apasionados del género. Servillo, que vuelve a ponerse en la piel de un investigador a las órdenes de Carrisi, interpreta a Bruno Genko, un detective privado que no está en su mejor momento y cuyos días están contados debido a una infección cardiaca que acaban de diagnosticarle. “Antes, no me planteaba lo que hacía. Ahora lo hago porque me estoy muriendo”, explica, justificando su transición desde el cobro de deudas hasta la difícil tarea de perseguir a un monstruo. Dicho monstruo mantuvo cautiva a Samantha Andretti (Valentina Bellè) durante quince años. La secuestró cuando se dirigía al colegio una mañana de invierno, la encerró en un laberinto y la obligó a resolver un cubo de Rubik a cambio de su supervivencia (un clon de la saga Saw). En la actualidad, Samantha es libre, está convaleciente en la habitación de un hospital y no recuerda lo que le ocurrió. A su lado vemos a Doctor Green (Hoffman), un experto en perfiles que se encarga de ayudar a la policía a localizar a su captor. “La caza no empieza fuera; empieza en tu mente”, le susurra a la joven.

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En este juego de caza a dos bandas (lleno de giros que no siempre tienen sentido ni sorprenden al espectador) también participan el detective de “personas desaparecidas” Simon Berish (Vinicio Marchioni), una prostituta de pelo rubio oxigenado (Caterina Shulha) que colecciona unicornios —una referencia a Blade Runner—, un par de detectives desmesurados que parecen sacados de una peligrosa organización de los años 30, una inquietante anciana (que hace referencia a películas de terror sobre brujas), un joven sacerdote y un viejo sacristán (películas de terror de temática eclesiástica), un dentista espeluznante, un detective desaparecido, un experto en cómics bebedor de absenta y con un exagerado acento francés, interpretado por el brillante actor chileno Luis Gnecco y, por supuesto, El Hombre Conejo.

La historia está ambientada en algún lugar entre las fronteras de la Luisiana de True Detective (pantanos, calor intenso y sermones Pentecostales emitidos por la radio, que aluden directamente a la serie de TV estadounidense), una metrópolis con luces de neón llena de lugares iluminados por colores intensos (cortesía del director de fotografía Federico Masiero, que vuelve a unir fuerzas con Carrisi), muchos de ellos regenerados digitalmente. En cuanto al tiempo, se mezclan objetos del pasado y del presente. Cuando vemos L’uomo del labirinto, sentimos que nos enfrentamos a una especie de puzzle cinéfilo en forma de cómic oscuro, colorido e ingenuo. Mientras el guión de La chica de la niebla trataba temas como la manipulación mediática y el radicalismo religioso, y buscaba ofrecer una versión italiana del género thriller, aquí vemos terror en estado puro sin una idea específica en la dirección de la película. Esta vez, Carrisi se limita a acumular referencias forzadas (se nos ha olvidado mencionar las alusiones a Dario Argento, Twin Peaks, El resplandor…) en su mezcla pseudo-hollywoodiense.

L’uomo del labirinto, estrenada en los cines italianos el 30 de octubre a través de Medusa Film, ha sido producida por Gavila y Colorado Film, en asociación con Medusa Film.

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(Traducción del italiano)

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