email print share on Facebook share on Twitter share on LinkedIn share on reddit pin on Pinterest

SAN SEBASTIÁN 2019

Crítica: The Taste of Pho

por 

- La directora japonesa afincada en Varsovia Mariko Bobrik sirve una película exquisita sobre la comida, la identidad y los tiempos modernos

Crítica: The Taste of Pho
Thang Long Do en The Taste of Pho

"Vivimos en Europa; ¡aquí no se come arroz todos los días!". La integración también sucede a través de la comida en The Taste of Pho [+lee también:
tráiler
ficha de la película
]
, el largo debut de la directora japonesa afincada en Varsovia Mariko Bobrik, que se estrenó mundialmente en la sección Culinary Zinema del 67º Festival de Cine de San Sebastián. Mia (Lena Nguyen), la pequeña protagonista del film, preferiría llevar al colegio un buen bocadillo de jamón en lugar de los platos tradicionales vietnamitas que su padre Long (Thang Long Do) prepara meticulosamente cada día, cada mañana. Y cuando vemos que la falda plisada que Long plancha con cariño para su hija todos los días se cambia rápidamente por unos vaqueros, en cuanto Mia da la vuelta a la esquina, comprendemos que hay un conflicto entre padre e hija.

(El artículo continúa más abajo - Inf. publicitaria)

No es accidental que utilicemos las palabras "cada mañana" y "cada día", pues la rutina es el tema que explora la cineasta nacida en Fukuoka y graduada en la Escuela de Cine de Łódź; los pequeños gestos que se repiten de forma idéntica todos los días en la casa de esta familia disfuncional, antes de marchar al colegio o al trabajo. Viudo de una polaca, a la que vemos fugazmente en fotos, el afectuoso Long intenta mantener viva su identidad (en Polonia, el pueblo vietnamita es una de las mayores minorías étnicas), tanto en el día a día como en su trabajo de chef en un restaurante vietnamita especializado en pho, una sopa tradicional hecha con carne, hierbas y fideos.

Long es feliz en Polonia y está contento con su trabajo, pero parece ir un paso detrás del mundo moderno: se empeña en reparar las cosas en lugar de sustituirlas (a pesar de que las piezas que necesita para su vieja lavadora se descatalogaron hace años), está convencido de que las chicas todavía llevan faldas plisadas, y cuando el nuevo dueño del restaurante, que es agresivamente ambicioso, cambia el menú y obliga a Long a elaborar un plato de sushi, él se resiste ("pero no soy japonés... "). Mientras tanto, su hija está plenamente integrada. Su única preocupación real es que su padre se olvide de su difunta madre, una preocupación que alimenta su encantadora vecina Kasia (Aleksandra Domańska), a quien la chica espía en secreto.

Una historia de comida e identidad, amor e incomprensión, trabajo y tiempos modernos, The Taste of Pho ofrece un pedazo de la rutina de esta familia y transmite con gran sensibilidad el conflicto interior de los que viven lejos de su país de origen. Atrapado entre la tradición y la integración, el afable Long se aferra a los sabores de su tierra, pero al final, hará falta algo más que la elaboración de platos tailandeses o de kebab para distanciarle de la persona que es realmente. La mirada de Mariko Bobrik es discreta y original; encuadra los objetos, los cuerpos antes que los rostros, los platos humeantes llenos de comida... Cabe destacar también el trabajo del pianista y compositor de jazz japonés afincado en Berlín Aki Takase, cuya hermosa banda sonora original añade un toque de ligereza, desdramatizando la cinta cuando es necesario.

Producida por la compañía alemana Rohfilm Productions y la polaca Lava Films, en coproducción con Opus Film (Polonia) y con el respaldo de Medienboard Berlin-Brandenburg, el Polish Film Institute y el Lodz Film Fund, The Taste of Pho se vende mundialmente a través de New Europe Film Sales.

(El artículo continúa más abajo - Inf. publicitaria)

(Traducción del italiano)

¿Te ha gustado este artículo? Suscríbete a nuestra newsletter y recibe más artículos como este directamente en tu email.

Privacy Policy