30/08/2019 - VENECIA 2019: Keren Ben Rafael firma una audaz película conceptual sobre la comunicación a través de Skype y una historia de amor frustrado entre Judith Chemla y Arieh Worthalter

Padres en la cama dándose placer y un bebé despertando e interrumpiéndolos con lágrimas. ¿Escena clásica de la vida de una pareja joven? Ciertamente, pero la cineasta israelí Keren Ben Rafael utiliza este episodio para abrir The End of Love [+lee también:
tráiler
ficha de la película], su segundo largometraje (después de Vierges [+lee también:
crítica
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ficha de la película] que ha destacado especialmente el año pasado en Tribeca), presentado como parte de la sección Bienale College Cinema del 76° Festival de Venecia, un ángulo completamente nuevo ya que los dos amantes están muy separados, en dos países diferentes y realmente emocionante con Skype de por medio".

“Te llamaré todos los días y será como si nunca me hubiera ido. Por la mañana, me levantaré contigo". Yuval (el belga Arieh Worthalter) ha regresado a Israel, a Tel Aviv, por dos semanas para renovar su visa para vivir en Francia con Julie (Judith Chemla) y su hijo Lenny, que tiene menos de un año. Pero los procedimientos administrativos son más complicados de lo esperado y tendrá que esperar al menos un mes. Los intercambios visuales y de audio por Skype son la única forma de mantener el enlace mientras tanto y se desarrollan al principio con pequeños gestos (serenata en la guitarra, pequeños juegos de amor y falsos celos, payasadas y risas, etc.), luego un poco más tensos (reproches de educación, gran cansancio de Julie que maneja a su hijo mientras lidera su carrera profesional y se relaja un poco personalmente), también hay pequeñas cosas que rompen puntualmente la relación en el campo de la cámara (la familia y amigos israelíes de Yuval, la madre de Julie, encarnada por Noémie Lvovsky, la niñera de Lenny, etc.). A medida que pasa el tiempo, crece el aislamiento dentro de la pareja, surge un malentendido, la comunicación se distorsiona, las discusiones aumentan y comienzan a surgir preguntas más serias: ¿Yuval realmente quiere vivir en Francia (donde su carrera como fotógrafo tiene poco futuro) y abandonar su estilo de vida fiestero? ("¿No quieres escucharle decir papi? ¿No te importa? Algún día te llamará señor y no te gustará."). ¿Sobrevivirá el amor a la distancia geográfica?

Producido con un presupuesto limitado a 150.000 euros según lo estipulado por las reglas del Biennale College Cinema, The End of Love demuestra mucha inventiva (un guion escrito por el director y por Élise Benroubi) para mantener la línea de su concepto (solo videollamadas por Skype) que se bloqueaba con bastante facilidad (también es necesario un tiempo de adaptación). Ofreciendo a sus dos artistas principales papeles delicados que toman con talento y carisma, y desarrollando pequeñas variaciones visuales (a pesar de tener inevitablemente un lado algo repetitivo) y narrativas, el largometraje es una experiencia muy interesante y aborda, bajo su aspecto minimalista, muchos temas de debate relacionados con la modernidad (la facilidad de comunicación a través de las tecnologías de comunicación y sus límites, diferencias culturales, bilingüismo, responsabilidad y decisiones relativas a educación de un niño, vida profesional y vida privada). Sin olvidar, por supuesto, el amor que se revela como el eco de todos los problemas de presencia y distancia.

Producida por la compañía parisina Palikao Films, The End of Love está distribuida internacionalmente por la compañía belga Be For Films.

(Traducción por Alessandro Romano Sáez)