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DOCAVIV 2019

Crítica: Leftover Women

por 

- Las directoras israelíes Shosh Shlam y Hilla Medalia arrojan luz sobre el fenómeno de la presión del estado chino para que las mujeres se casen jóvenes

Crítica: Leftover Women

Como resultado de la política del hijo único y los abortos selectivos por sexo, actualmente en China hay 30 millones más de hombres que de mujeres, a quienes el gobierno presiona para que se casen jóvenes. A las mujeres de más de 25 años que aún no están casadas se les aplica el término peyorativo de sheng nu, “mujeres sobrantes” (“leftover women” en inglés). Ese es también el título del nuevo documental de las directoras y productoras israelíes Shosh Shlam y Hilla Medalia, que previamente habían colaborado en Web Junkie. Tras su estreno internacional en Tribeca, Leftover Women se acaba de exhibir en la competición israelí del Docaviv, donde ha obtenido dos galardones, a la mejor dirección y al mejor montaje.

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La película acompaña a tres de esas mujeres. Qiu HauMei es una abogada de 34 años que no parece estar del todo segura de si quiere casarse. Es la primera de las protagonistas y tenemos la oportunidad de conocerla cuando en una agencia matrimonial le advierten que no debería tener muchas esperanzas, por su escasa belleza y su avanzada edad. Esta escena sienta las bases de una película sobre una sociedad que, en el fondo, no es tan diferente a la de muchos otros lugares del mundo en sus percepciones y su forma de tratar a las mujeres, aunque seguramente se caracterice por una franqueza más brutal.

La locutora de radio de 28 años Xu Min experimenta con las elaboradas citas por internet, donde es posible filtrar a los potenciales candidatos en función de docenas de categorías. Entre ellas destaca el estatus social, basado en la educación, la riqueza y el origen: los hombres (y las mujeres) nacidos en Pekín, o que al menos viven allí, tienen muchas más probabilidades de encontrar a su media naranja.

La profesora de cine de 36 años Gai Qi es la única que tiene novio, se casa con él, cambia de trabajo y tiene un hijo, todo en un año. Sus votos matrimoniales parecerán extraños desde un punto de vista occidental, o quizá se deba a una traducción poco acertada, pero “solo deseo crear la felicidad más cordial contigo” es probablemente la declaración menos romántica jamás pronunciada en la pantalla.

Para afrontar el problema que él mismo ha creado, el gobierno organiza citas a ciegas con cientos de participantes, que a menudo resultan muy humillantes para ambos sexos, pero especialmente para las mujeres. Y hay un mercado abierto, literalmente, en el que los padres ofrecen a sus hijos o hijas y describen sus mejores cualidades en carteles parecidos a los anuncios de los periódicos.

Si las mujeres sufren, de hecho, una presión por parte del gobierno, sus familias no se quedan atrás. Shlam y Medalia asisten a discusiones entre llantos de Xu Min con su autoritaria madre y a conmovedoras conversaciones en la casa familiar de Qiu HauMei en el campo, en las que su padre analfabeto le dice que la educación solo la hace estúpida.

Qiu HauMei es con diferencia la más interesante y compleja de las protagonistas, por lo que la película funciona mejor durante sus fragmentos. El enfoque totalmente observacional tiene sus ventajas y sus desventajas. Por un lado, proporciona una distancia mesurada, pero, por otro, impide que el espectador sepa lo que las protagonistas piensan de verdad. Dado lo extraña que resulta la cultura china para la mentalidad occidental, resulta muy complicado penetrar más allá de lo superficial de las relaciones presentadas en la pantalla, aunque, a pesar de lo irregular de las diferentes secuencias, el montaje de Joelle Alexis consigue un cierto equilibrio. La música de Ran Bagnos tiene diversos registros emocionales, pero se abusa claramente de la melancolía del solo de piano.

Leftover Women es una coproducción de las israelíes Medalia Productions y Shlam Productions, con la participación de la cadena israelí Yes y las alemanas ZDF y ARTE. Met Film Sales, del Reino Unido, tiene los derechos internaciones.

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(Traducción del inglés por Eva González)

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