19/03/2019 - El segundo largo del luxemburgués Max Jacoby está a caballo entre el thriller policiaco, el film noir y el drama psicológico

El segundo largo del luxemburgués Max Jacoby está a caballo entre varios géneros: el thriller policiaco, el film noir y el drama psicológico.Pero Peitruss [+lee también:
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ficha de la película], proyectada en el 9º Luxembourg City Film Festival, es ante todo lo que conviene llamar una ficción de ambiente, una cinta atmosférica en la línea de Dust (2009), el anterior trabajo del cineasta.

Seleccionada en el Festival de Busan, Dust contaba el vagabundeo de dos adolescentes por un mundo posapocalíptico, tras un conflicto armado. El dúo solitario y complementario que forman Elodie y Elias (el cantante británico Olly Alexander) se veía perturbado de forma repentina por la aparición de un hombre mayor. Este primer largo de Jacoby sorprendía por su puesta en escena minimalista y su extrañeza. Un enfoque que el cineasta parece querer repetir en Peitruss.

Sobre todo porque en esta cinta confirma su involucración con el territorio luxemburgués. Los decorados a un tiempo tranquilos e inquietantes de Dust cambiaban los bosques de Oesling, al norte, por los valles del sur, para llegar finalmente a la ciudad de Luxemburgo.  Las calles desiertas de la capital del Gran Ducado servían de marco para la última parte del film, mientras que los personajes buscaban un futuro mejor en este mundo devastado. Con Peitruss, la cámara de Max Jacoby retoma este telón de fondo urbano. Se trata incluso de una inmersión casi exclusiva en el "grund", la parte baja de la ciudad. Esta zona, que antaño correspondía a los barrios más desfavorecidos, es tratada por el realizador de forma también misteriosa, incluso amenazadora.

Y con razón: las calles y parques que rodean el arroyo de la Pétrusse, a la sombra de la ciudad alta, acogen una serie de asesinatos de jóvenes mujeres no resueltos. En el corazón de la tormenta, Lara (la actriz alemana Peri Baumeister) asiste, impotente, a la hecatombe. Trabajando en el orfanato de donde proceden varias víctimas, la joven intenta probar la inocencia de su nuevo amante, Joakim (el holandés Maarten Heijamans), de quien se sospecha seriamente debido a su pasado turbio.

Una trama complicada que difumina deliberadamente las pistas, arriesgándose a que el espectador se quede con dudas. A pesar de ello, Max Jacoby logra crear un clima opresivo. Plano tras plano, va haciendo palpable la pesadez de la atmósfera, como en esas imágenes capturadas en las lindes del bosque de la Pétrusse, donde se encuentran los cuerpos de las jóvenes. A este respecto, cabe destacar el trabajo del director de fotografía, Tibor Dingelstad, que firmó en 2014 las imágenes de Helium [+lee también:
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ficha de la película], de Eché Janga: la inquietante presencia de los paisajes en esa cinta sobre gánsteres holandeses resuena con el mundo de Peitruss, que comparte el mismo estilo.

Bajo la dirección de Max Jacoby, los actores de Peitruss tienen siempre los rasgos cansados, en línea con la tensión ambiental. Quizás un poco demasiado, pues cabe reprochar a los personajes su lado incorpóreo. A medida que Lara descubre las partes siniestras de su amante, la duda sobre su culpabilidad aumenta. Sin embargo, la intensidad de la relación crece. A estas alturas, la alternancia incesante entre escenas de amor y los diálogos tensos entre los protagonistas acaba por cansar al espectador, que deja de creérselos.

No obstante, Peitruss es una propuesta atípica. Jacoby dirige a su ciudad una mirada singular en la ficción luxemburguesa. La cinta logra construir una geografía tortuosa pero pragmática, reivindicando una estética del rodeo.

Peitruss está producida y distribuida por Samsa Film, en asociación con New Amsterdam Film Company.

(Traducción del francés)