18/03/2019 - El primer largo Lachezar Avramov, que compitió en el Festival Internacional de Cine de Sofía, aborda el racismo, la responsabilidad y la culpa

El primer largo del búlgaro Lachezar Avramov, A Picture with Yuki [+lee también:
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entrevista: Lachezar Avramov
ficha de la película], que participó en la competición principal del Festival Internacional de Cine de Sofía (7-17 de marzo), no solo es la primera coproducción entre Bulgaria y Japón, también es una invitación a situarse en el centro de un dilema moral. El film, que reflexiona en torno a los temas de la culpa, la responsabilidad y el perdón, aborda además el racismo y lo que nos hace verdaderamente humanos.

El guion, escrito por Dimitar Stoyanovich y Avramov, se centra en Georgi (Ruscen Vidinliev), un hombre búlgaro que vive en Canadá, y su mujer, la japonesa Yuki (Kiki Sugino). Ambos viven en Sofía, donde Yuki está intentando quedarse embarazada mediante procedimientos in vitro. Cuando el doctor recomienda a Yuki descanso, la pareja va a pasar unos días al campo, pero su felicidad bucólica en medio de la naturaleza no tarda en arruinarse cuando Yuki atropella a Assencho, un niño gitano de la zona. Cuando el chico se vuelve a montar en la bici y se dirige rápido a su casa, Georgi y Yuki sienten alivio, pero al día siguiente, se enteran de que el niño murió, supuestamente a raíz de una paliza que le dio su padre. La noticia sumirá a los protagonistas en una pesadilla de culpa y tormento. 

El objetivo principal de la cinta es invitar a los espectadores al dilema existencial de los personajes: ¿son culpables de la muerte del niño? ¿Deben confesar, aunque no haya pruebas de que el accidente sea la causa de la muerte? Y si lo fuera, ¿cómo van a dejar que la culpa caiga sobre el padre alcohólico, sobre todo teniendo en cuenta que ellos mismos están intentando ser padres por todos los medios? ¿Tienen ellos, en cuanto que ciudadanos buenos, valiosos y educados, más derecho a una vida "normal" que un gitano que pega a sus hijos cada vez que se emborracha? Aunque los guionistas se dejan distraer por algunas disgresiones irrelevantes, la historia navega hábilmente las aguas sucias de la culpa y la responsabilidad, llevando a los protagonistas a una conclusión que satisfará a muchos espectadores.

Es cierto que A Picture with Yuki puede ser torpe en algunos momentos, como en sus tentativas de alivio cómico, que parecen ser ingenuos intentos de convencer a un público más amplio para que vea una historia muy dura, pero el film debe recibirse con los brazos abiertos, pues lleva ante la opinión pública de los Balcanes un tema social importante: el racismo contra la comunidad de gitanos. Es de admirar que los dos largos búlgaros proyectados en la competición internacional de Sofía (el otro es The Pig [+lee también:
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entrevista: Dragomir Sholev
ficha de la película], de Dragomir Sholev) tengan tanta conciencia social, pues dirigen la atención del público a temas como el acoso entre menores y el racismo, problemas que se ignoran ampliamente en la región o que se subestiman con comentarios vagos y superficiales como "así son los niños" o "los gitanos se niegan a integrarse". 

La forma de comportarse de los protagonistas demuestra que la buena voluntad, la sinceridad y el perdón no tienen que ver con el ADN o el color de la piel, sino con un carácter que se construye en la adversidad. Es cierto que el guion yuxtapone estos conceptos en condiciones de laboratorio, insistiendo quizás con demasiado cuidado en que los valores morales y el estatus social solo pueden tener una relación difusa, pero lo importante es que el tema está sobre la mesa. "Las cosas buenas les suceden a las personas buenas", dice Georgi al principio, y la historia irá añadiendo capa tras capa de significado a esta sentencia cuestionable, involucrando al público en el debate.

A Picture with Yuki es una producción de Chouchkov Brothers (Bulgaria) coproducida por WA Entertainment (Japón). La distribuidora local Purple Rain estrenará la cinta el 5 de abril.

(Traducción del inglés)