06/09/2018 - VENECIA 2018: Fellipe Barbosa y Clara Linhart compiten en las Giornate con un retrato coral y sarcástico de una familia brasileña en el día de la elección del presidente Lula

Un retrato coral que se centra en un momento importante en la historia brasileña y en un animado encuentro familiar. Domingo [+lee también:
tráiler
entrevista: Clara Linhart, Fellipe Bar…
ficha de la película], el nuevo film del dúo de directores brasileños formado por Fellipe Barbosa (premiado en Cannes por Gabriel e a montanha [+lee también:
crítica
tráiler
ficha de la película]) y Clara Linhart (que dirige un largo por primera vez) se presentó en las 15^as Giornate degli Autori de Venecia y se ambienta en un sábado. Un sábado que casi parece un domingo, lleno de ociosidad, espera y suspense: el día en que Lula es elegido presidente de Brasil y la vieja oligarquía comienza a temer que su riqueza y privilegios se reduzcan a cenizas. 

La que está más preocupada es Laura (Itala Nandi), la estirada y arrogante matriarca. Es el 1 de enero del 2003 y esta gran familia de propietarios se reúne en una casa antigua y decadente —en la que viven uno de los hijos de Laura, Nestor (Augusto Madeira), y su segunda y trastornada esposa Bete (Camila Morgado)— para brindar por el Año Nuevo y el 15º cumpleaños del querido nieto de Valentina (Manu Morelli). Desde que Laura llega a la casa con su otro hijo, Miguel (Ismael Caneppele), donde les espera Eliana (Martha Nowill) —embarazada de nueve meses y al borde de un ataque de nervios— con su marido Eduardo (Michael Wahrmann), además de los muchos nietos de Laura, los siguientes 90 minutos atrapan al público en un torbellino de charlas, brindis, discusiones, risas e incluso mucho sexo (más del que cabe esperar en un encuentro familiar), entre el jardín donde se celebra la barbacoa, la cocina donde la criada Ines (Silvana Silvia) se ve obligada a rechazar las repetidas insinuaciones que recibe su hermosa hija Rita (Maria Victoria Valencia) y las habitaciones en las que la gente se esconde para meterse cocaína, ver películas hardcore y vestir a niños de mujeres. 

El film se compone de varios planos secuencia: a veces la cámara se mantiene fija, observando la acción (sobre todo en las escenas del jardín), mientras que en otros momentos sigue los movimientos de los personajes por la casa, a buen ritmo. No hay tiempo para descansar o aburrirse, gracias a las dinámicas entre los distintos personajes y a toda la pasión, traición, envidia, rivalidad, diferencias políticas y conflictos de clase que las acompañan, así como un apagón, contracciones y accidentes varios. Al fondo, la televisión y la radio resuenan con las palabras de Luiz Inácio Lula da Silva, el obrero metalúrgico convertido en presidente: su discurso de inauguración anuncia los proyectos de cambio y venganza para la clase obrera. Algunos celebran su triunfo, mientras que otros no quieren saber nada del tema. Algunos ven un nuevo futuro que se abre ante ellos y otros se sienten como si fuera el fin del mundo.

El guion fue escrito en el 2005 (por Lucas Paraizo, coguionista de Gabriel e a montanha) y llevar esta historia a la pantalla tras tantos años, con el beneficio de la perspectiva, resulta muy eficaz, considerando que muchas de las preocupaciones que había en aquella época no se vieron satisfechas (las clases pudientes no fueron atacadas), y considerando también los procesos judiciales en los que Lula fue investigado por corrupción. Una película que sabe captar el espíritu de un momento de transición con mucha ironía y que retrata la disparidad social y el clasismo con un gran cinismo —diferencias que parecen estar bien asentadas en las generaciones más jóvenes—.

Domingo es una producción franco-brasileña de Damned Films y Gamarosa Filmes, en coproducción con ART France Cinéma, Globo Filmes y Canal Brasil. Las ventas internacionales están a cargo de Films Boutique.

(Traducción del italiano)