06/08/2018 - LOCARNO 2018: Esta película de Leonardo Guerra Seràgnoli es un análisis de la influencia de las redes sociales en los adolescentes, aunque termina siendo algo confusa

Angela Fontana, Denise Tantucci y Blu Yoshimi en Likemeback

El director italiano Leonardo Guerra Seràgnoli ganó tres premios en el Festival de Cine de Roma en 2014 por su ópera prima, Last Summer [+lee también:
crítica
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ficha de la película], la cual acontece en un yate en el que una madre japonesa pasa los últimos cuatro días con su hijo tras perder la batalla por su custodia. Su nueva película, Likemeback [+lee también:
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ficha de la película], que compite en la sección Cineastas del Presente del Festival de Locarno, tiene el mismo fondo azul, ondeante y placentero, pero esta vez hay tres adolescentes en el barco, celebrando el final del instituto y experimentando el ascenso (¿o es un descenso?) a la vida adulta.

Danila (Angela Fontana) está obsesionada con hacer fotos fantásticas para mantener su ventaja en cuanto a número de amigos en Instagram, frente a un rival desconocido. Carla (Denise Tantucci) es la más callada de las tres y la más interesada en el amor, además de la única que parece estar preocupada por sus estudios superiores. Y luego está Lavinia (Blu Yoshimi), que es aparentemente la más independiente; cuando conocemos a las chicas, la vemos zambullirse desnuda en el mar, pero es la más insegura sobre su propio cuerpo y estatus. Además, el capitán del barco, Josco, interpretado por Goran Marković, también forma parte del viaje; cuando las chicas hablan con él cambian del italiano al pidgin inglés. No hay realmente un argumento sino más bien una serie de incidentes que siguen la estructura acción, reacción y arrepentimiento, y no pasa mucho tiempo hasta que queda clara la necesidad de un barco más grande. 

El mayor obstáculo de sus vidas surge cuando a Carla se le cae su teléfono al mar: ¿cómo va a conectarse ahora con su enamorado? ¿Y lo molesto que es para ella y sus compañeras tener que pedirles prestado sus teléfonos cada cierto tiempo? La mayor causa de tensión dramática parte de la duda de si seguirán siendo amigas íntimas cuando aparezcan los títulos de crédito. 

Seràgnoli cuenta la historia a la manera clásica, confiando en mostrar lo que la cámara capta sin tener que poner las imágenes frente al espectador de manera forzada. No hay cortes de imágenes del teléfono o flashes de texto en la pantalla que representen el mundo en línea, métodos que se han hecho bastante populares en el cine contemporáneo, especialmente en películas sobre jóvenes y su vida moderna. La información que obtenemos sobre las chicas, y los fragmentos sobre cómo han llegado hasta allí, así como quiénes son, aparecen de forma natural mediante trozos de conversaciones y llamadas con su familia. Sin embargo, la película decae porque la cámara parece ofrecer una mirada masculina, pese a los esfuerzos de Seràgnoli por trabajar con las actrices para crear el guion de manera natural. Mientras que sus interacciones y los inestables altibajos de sus emociones son verdaderamente una prueba de su adolescencia, hay un fallo al ahondar verdaderamente en el centro emocional de estas chicas. Finalmente, la película fracasa al no tener nada innovador que decir sobre las redes sociales, y pasa de puntillas sobre algunas grandes cuestiones como una piedra al hacer una onda en el agua. Hay demasiados momentos típicos, especialmente el acontecimiento decisivo que inicia el acto final, y por ello, esta producción italo-croata aporta confusión. 

Likemeback es una producción de Nightswim, Essentia, Indiana Production y RAI Cinema en coproducción con Antitalent y con el apoyo del Croatian Audiovisual Centre.

(Traducción del inglés por Cynthia Triviño)