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SEVILLA 2017 Las Nuevas Olas

Algo muy gordo: ¿De qué nos estamos riendo?

por 

- El director barcelonés Carlo Padial se mofa de las convenciones de la comedia desplegando todo su “post-humor” dentro de los parámetros de una (posible) producción cinematográfica

Algo muy gordo: ¿De qué nos estamos riendo?
Berto Romero en Algo muy gordo

Si el llamado “post-humor” es ya toda una entidad en el ámbito audiovisual español más alternativo (en el cine sí, pero en mayor medida en webseries, monólogos y demás creaciones surgidas al calor de YouTube), la última película de uno de sus puntales, el barcelonés Carlo Padial, se ha propuesto trascender sus hábitats naturales para llegar a ese en donde vive tranquilamente todo lo anterior a lo “post”. Algo muy gordo [+lee también:
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, elegida para inaugurar la sección Las Nuevas Olas del 14° Festival de Cine Europeo de Sevilla, llegará pues al mercado “mainstream”, disfrutando de distribución comercial con todas las de la ley (el 10 de noviembre, de la mano de Alfa Pictures) y con uno de los humoristas más conocidos del país, Berto Romero. ¿Está el público que acaba de ver a Romero en Ocho apellidos catalanes [+lee también:
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o El pregón [+lee también:
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preparado para algo tan gordo?

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La película de Padial, quien ya ha dado que hablar con sus experimentos de deconstrucción tanto del humor como de las propias herramientas del cine (como la esquinada y alucinada Mi loco Erasmus, 2013), pone así a una estrella de la televisión al frente de un desafiante concepto. Algo muy gordo es el relato de la posibilidad (o la imposibilidad) de una comedia (sobre un adulto que debe volver a la escuela para repetir curso) rodada totalmente a través de cromas e imágenes generadas por ordenador, narrado a modo de making-of. La premisa, lejos de lo convencional, empieza a revelarse como un juego de artefactos que buscan desnudar el proceso de creación de una película, una pieza cómica, o si se quiere, del humor en sí mismo.

Este mockumentary (obvia decir que la película de la que vemos sus bambalinas es una excusa para exponer todo lo demás) despliega todo su humor extrañado y absurdo estructurándose como un diario de rodaje, usando las declaraciones a cámara de los implicados (el propio Berto Romero lleva la voz cantante, pero también escuchamos al director, al productor Javier Ruiz Caldera, a los actores Carlos Areces y Javier Botet, a la actriz Carolina Bang…) En él, se detallan los logros y los fracasos (éstos más abundantes) del equipo, satirizando sobre el oficio, y sobre sus gajes: choques de egos, rupturas de expectativas, conciliación familiar… Y, a lo largo de todo él, Romero, enfundado en un traje de captura de movimiento y con la cara perlada de detectores de gestos, intenta efectuar lo que le pide el director, sin entenderlo por completo, preguntándose qué es en realidad lo que está haciendo si no existe ningún objeto a su alrededor, si nadie de los que lo están viendo o escuchando se está riendo en absoluto.

El carácter conceptual de Algo muy gordo proporciona al espectador ese espacio para preguntarse a sí mismo qué está viendo y de qué se está riendo, algo totalmente ausente en los productos más convencionales, algo que honra tanto a un humorista como a un cineasta; tanto a Romero como a Padial, que juntos se han sacado de la manga algo estupendo.

La película está producida por Zeta Cinema.

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