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VENECIA 2017 Fuera de competición

Crítica: El fiel

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- VENECIA 2017: Matthias Schoenaerts vuelve a ponerse frente a la cámara de su cómplice habitual, Michaël Roskam, esta vez junto con Adèle Exarchopoulos en una historia de amor densa y trágica

Crítica: El fiel
Adèle Exarchopoulos y Matthias Schoenaerts en El fiel

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, su tercer largometraje, el segundo en Bélgica tras hacer The Drop en los Estados Unidos, Michael Roskam vuelve con una obra de cine negro con amor, esto es, un género híbrido a caballo entre la película de gángsters y la tragedia amorosa. Para ello, vuelve a trabajar con su actor fetiche, Matthias Schoenaerts, que él mismo dio a conocer con Bullhead [+lee también:
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e impulsó para gozar de la carrera internacional que ya tiene a sus espaldas. A su lado, vemos a Adèle Exarchopoulos como miembro integrante de una banda muy masculina con una gran convicción y una de las dos patas de esta historia de amor fuera de lo común.

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Gino "Gigi" Venoirbeek (Matthias Schoenaerts) es un truhan que ha pasado la mayor parte de su vida entre rejas. Después de numerosas estancias en centros de menores y en prisión, entra a formar parte de una banda de malhechores bruselenses de finales de los 90, unos tipos que van en plan de estrella asaltando a la gente a mano armada. Fascinado por las carreras de coches, un día va al circuito de Zolder y allí conoce a Bénédicte "Bibi" De Coninck (Adèle Exarchopoulos), la hija de un rico emprendedor de Bruselas. El flechazo es inmediato y arranca así una relación turbia y apasionada.

El fiel comienza con un flashback sobre la infancia de Gigi. En él vemos a un niño turbulento y hasta refractario, en conflicto tanto con su padre, responsable de abusos, como con la autoridad. Gigi acabará internado y en su camino se cruzará con compañeros para montar atracos. Él será “fiel” [tal es el título en francés de la película, ndt] primero a estos compinches y, en especial, a Serge, compañero de celda. Otro motivo se desvela en la apertura: como en Bullhead, los animales desempeñan un papel fundamental en el film. Aquí son los perros. Gigi desconfía de ellos más que de nada en el mundo y nunca sabemos si lo que teme es su carácter salvaje o su propensión a recordarle su propia animalidad individual.

Pasado el prólogo y la caracterización de Gigi (la película, de hecho, está dividida en capítulos, agrupados, a su vez, primero en torno a la figura de Gigi y, después, en torno a la de Bibi), el encuentro puede tener lugar: un choque eléctrico y evidente. Los dos amantes comparten cierto gusto por la adrenalina: uno se presta a los atracos del otro, el otro acude a las carreras del uno. Ambos están listos para dejarse llevar por el amor sin renunciar por ello a su libertad. El director asocia su deseo contradictorio de sometimiento y de libertad a la condición del perro que acepta quedarse en su jaula con la condición de que la puerta permanezca abierta. Evidente, esta sed de libertad, la de ella y la de él, aparece exacerbada por los riesgos que corre Gigi, quien, como cualquier atracador, es adicto al "último" golpe.

Pero la prisión no es forzosamente el peor obstáculo a la libertad de amar y de ser amado. Después de una primera parte a rueda, instalando los personajes en su condición de atracador y de piloto, la narración se expande y lleva a los amantes a unas pruebas en las que no habrían podido participar. Esta historia de amor trágico, atravesada por varios movimientos narrativos, se asienta en su trasfondo criminal y mecánico. Roskam tira del filón del “Belgium noir”, cruzando el cine negro francés con el americano, filmando Bruselas como si fuera la riviera francés y presentando vidas trepidantes y fuera de lo común sobre decorados glamurosos.

El fiel es una producción de Savage Film, que ya estuvo detrás de Bullhead, en coproducción con Stone Angels (Francia), Eyeworks (Flandes), Frakas Productions (Valonia), Kaap Holland Film BV y Submarine (Países Bajos). Le Fidèle participará en la competición del festival de Toronto antes de llegar a los cines franceses el 1 de noviembre de la mano de Pathé y a los belgas el 6 de octubre de la de Kinepolis Film Distribution. La cinta representará a Bélgica en la carrera por el Oscar a la mejor película en lengua no inglesa.

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(Traducción del francés)

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