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VENECIA 2016 Biennale College Cinema

Orecchie: un zumbido delator

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- VENECIA 2016: En la nueva película de Alessandro Aronadio, un hombre se despierta con tinnitus y busca un modo de aliviarse a lo largo de un día absurdo

Orecchie: un zumbido delator

El guionista y director palermitano Alessandro Aronadio, que ya es un rostro habitual en festivales de primera categoría gracias a su aclamada Due vite per caso [+lee también:
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, hace una incursión en el delicado territorio de la comedia negra con su nueva película en fotografía monocroma, Orecchie [+lee también:
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, que se ha estrenado mundialmente en el Biennale College del 73er Festival Internacional de Cine de Venecia.

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El director de fotografía Francesco di Giacomo, que también ha trabajado en L'attesa [+lee también:
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, de Piero Messina, filma un día absurdo en la vida de un hombre sin nombre (Daniele Parisi) que se levanta con un zumbido en el oído y una nota en la nevera: "¡Tu amigo Luigi ha muerto! Lo siento. PD: Me he llevado el coche". Tal es el punto de partida de una comedia desternillante sobre un hombre sin suerte que necesita enterarse de quién es Luigi y qué le pasa con su oído. Detallar los giros de la historia sería arruinar este retrato sardónico y pesimista de la condición humana. La equilibrada sátira de Aronadio no perdona a nadie: curas, hospitales, artistas, publicadores, y hasta la novia del protagonista, sus amigos y su madre, esta última presentada como un espíritu libre que dejó a su familia para descubrirse a sí misma en India. Las situaciones kafkianas en las que se ve envuelto sin saberlo el protagonista dan lugar a una serie acuciante de problemas que atormentan al personaje de Parisi de principio a fin. La enrevesada sucesión de acontecimientos grotescos anuncian el verdadero objetivo del director: cuestionarlo todo. El zumbido en el oído es un recordatorio incesante de que algo no va bien. El protagonista deambula por las calles de Roma buscando respuestas y, en definitiva, una meta en la vida: no es casual que las primeras personas con que se encuentra son dos monjas, y la última, un sacerdote; un motivo recurrente a lo largo de toda la película es la pregunta clásica: "¿Crees en Dios?".

La fotografía en blanco y negro, las interpretaciones comedidas y la comicidad negra establecen inevitablemente un paralelo con la multipremiada tragicomedia Oh Boy, de Jan Ole Gerster. Sin embargo, en Orecchie, Aronadio va un paso más allá, transgrediendo las reglas compositivas en aras del propósito principal: atrapar al protagonista en un espacio claustrofóbico y sofocante. La decisión de dejar al personaje principal sin nombre potencia la universalidad del mensaje: todos formamos parte de un mundo trastornado, y si nos detuviéramos un segundo a escuchar el zumbido en nuestros oídos, también interrumpiríamos la monotonía en que vivimos y percibiríamos la locura que nos rodea. Como dicen, el diablo está en los detalles, y en este caso, está en la sonrisa triste de la novia del protagonista; una sonrisa en la cual se lee el sentimiento desalentador de que algo no va bien.

Aronadio ha terminado de escribir recientemente los guiones de Che vuoi che sia [+lee también:
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, de Edoardo Leo, y Classe Z, de Guido Chiesa, demostrando que está a gusto tanto encabezando sus propios proyectos como firmando guiones para otros cineastas. Su película probablemente se hará un hueco en otros festivales, y a juzgar por la buena acogida que ha tenido en Venecia, los espectadores italianos podrían verla muy pronto en su cine más cercano.

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(Traducción del inglés)

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