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KARLOVY VARY 2016 Competición

Nightlife: el miedo como constante en la sociedad

por 

- KARLOVY VARY 2016: El noveno largo de Damjan Kozole examina nuestros sentimientos hacia la sociedad y su influencia sobre nosotros

Nightlife: el miedo como constante en la sociedad
Nightlife, de Damjan Kozole

Damjan Kozole es uno de los más prolíficos y reconocidos cineastas eslovenos. Sus cintas Spare Parts y Labour Equals Freedom compitieron en la Berlinale 2003 y en Locarno 2005, respectivamente. Su film de 2009 Slovenian Girl [+lee también:
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, que coescribió junto al guionista croata Ognjen Sviličić, fue, tras su estreno en Toronto, ampliamente distribuido por todo el mundo.

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Para su noveno largometraje, Nightlife [+lee también:
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entrevista: Damjan Kozole
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, que se ha estrenado mundialmente en la sección competitiva de Karlovy Vary, Kozole ha vuelto a unir fuerzas con Sviličić, que tiene un don para las historias sobre personas corrientes que se ven obligadas por las circunstancias a explorar los rincones más oscuros de la sociedad y de sus propias mentes.

Milan (Jernej Šugman, Inferno [+lee también:
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), un prestigioso abogado, es encontrado una noche tendido en el suelo en una calle principal de Liubliana, completamente desnudo salvo por una sábana que lleva envuelta por la cintura, semiconsciente y cubierto de mordeduras de perro. Cuando la mujer de Milan, Lea (Pia Zemljič, Rooster's Breakfast), llega al centro médico, trata de enterarse de lo sucedido. Le hablan de las mordeduras, de hemorragia interna y de daños en el bazo, pero Lea también se fija en una bolsa de plástico que contiene un objeto que la desagrada y sorprende; cuando nadie la observa, mete el objeto rápidamente en su bolso. 

El objeto que hay en la bolsa es un consolador strap-on de color negro. Lea está atónita, pero su instinto la saca del shock, y de ahí en adelante, mientras los médicos luchan por salvar la vida de Milan, su único objetivo será salvar la reputación de su marido. 

A lo largo del film, es muy poco lo que descubrimos sobre Milan y Lea o sobre qué le pasó a él. Hay una investigación policial, y el inspector que la encabeza tan solo da una pequeña pista de lo que podría haber pasado. Esta no es una película sobre gente concreta, ni sobre un determinado tipo de incidente. En su lugar, el film sirve de ejemplo elocuente de cómo el sistema legal y la esfera pública de una sociedad europea moderna pueden volverse contra cualquier individuo.

Esto también se aplica a nuestros puestos de trabajos, sujetos a incontables regulaciones y aun así muy fáciles de perder, y a nuestras innumerables vías de información y expresión, siempre bajo la vigilancia estatal y el escrutinio de los guardianes de la rectitud moral. En este contexto, todos y cada uno de nuestros movimientos pueden desembocar en consecuencias desagradables o directamente peligrosas. 

Es por ello que Kozole se toma su tiempo para prestar atención a cada detalle y cada acción de la trama, desde el momento en que tres jóvenes encuentran a Milan en la calle hasta la mañana en que Lea habla con el cirujano por última vez. El cineasta nos permite escudriñar todos los matices de la odisea de Lea, en la cual el miedo es la única emoción constante y manifiesta.

Kozole ha realizado una película que deja que los espectadores se hagan las preguntas pertinentes sobre su propia posición en la sociedad y, lo que es quizás más importante, les ofrece una oportunidad de descubrir qué emociones les despierta tal estado de cosas. Aunque sean desagradables, estos son sentimientos muy concretos que revelan mucho sobre nuestro entorno y sobre nosotros mismos. 

Nightlife es una coproducción de la compañía eslovena Vertigo, la macedonia Sisters and Brother Mitevski, y la bosnioherzegovina SCCA/Pro.ba.  

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(Traducción del inglés)

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