20/04/2016 - La película de la directora portuguesa Cláudia Varejão se ha estrenado a nivel mundial en la competición internacional de Visions du Réel

Ama-San [+lee también:
tráiler
ficha de la película], lo último de la joven directora portuguesa Cláudia Varejão, en competición en Visions du réel, destapa y nos presenta el mundo de las misteriosas ama de Japón, un mundo que parece suspendido entre los sueños y la realidad, entre el pasado y el futuro. Se trata de una película que cristaliza una tradición ancestral en riesgo de desaparición ya que el flujo abrumador y peligrosamente seductor de la modernización la está ahogando.

Las Ama (literalmente “mujer del mar”), como se les conoce en Japón, son pescadoras submarinas que bucean sin aparatos respiratorios de acuerdo con una tradición milenaria compuesta por misteriosos rituales. Aunque son famosas por bucear en busca de perlas, las ama se adentran en los abismos sobre todo para buscar marisco (en particular los codiciados abulones). Lo que hace todavía más fascinante y misteriosa este tipo de práctica es la edad media de las pescadoras: 67. La magia del encuentro de unos cuerpos que todavía son jóvenes con otros que ya sienten el peso de la edad que, una vez que están en las frías aguas del mar se mueven al compás como si bailaran, transforma su trabajo en pura poesía, una letanía distante con tonos hechizantes. Desafortunadamente, al igual que muchas otras tradiciones, la de las ama japonesas corre el riesgo de ser aplastada por la lógica mercantil que pretende explotar el lado sensual de la práctica (tradicionalmente las ama llevaban solamente un ligero traje de lino) e incrementar los beneficios con el uso de modernos trajes de neopreno y tanques de oxígeno.

A través de la película, que sigue a tres generaciones de pescadoras, Cláudia Varejão cristaliza la tradición que se estremece frágilmente, y que se aferra con desesperación a un pasado que la ha creado y a un futuro incierto al que mira con una debilidad sorprendente. La escena en la que la directora graba el rito de buceo de las ama, que se compone de meticulosos rituales y misteriosos objetos (el tejido blanco con el que se cubren las cabezas huele literalmente a mar) parecen proceder de un pasado lejano y de ensueño. Al mismo tiempo, la vida en tierra firme posee los colores de las modernas sombras de la vida cotidiana. Sin embargo, existe un elemento común que parece enlazar mágicamente estos dos tiempos y espacios: una idea de felicidad en la que el presente alimenta al pasado sin repudiarlo, con una fe extraordinaria y rejuvenecedora.

Ama-San expone un retrato de la profunda naturaleza de la feminidad. Las ama, mujeres valientes y extraordinariamente fuertes, condensan un mundo que se asocia con frecuencia al ámbito masculino deformando un imaginario vinculado no solo a Oriente sino también a Occidente.

En las profundidades del mar, estas misteriosas criaturas dejan de ser mujeres para ser simplemente ellas mismas. La cámara de Cláudia Varejão consigue ser en este sentido un puente entre la tradición y la modernidad, lo masculino y lo femenino, el ying y el yang, y entre la profundidad y la superficie en busca de un equilibrio necesario y liberador.

Una película enigmática y extraordinariamente serena que nos cuenta la verdad.

Ama-San es una coproducción entre Portugal (Terratreme, que se encarga de sus ventas internacionales) y Suiza (Mira Film).

(Traducción del italiano)