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CANNES 2015 Un Certain Regard

One Floor Below: "¿Se cree bueno, el pobre?"

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- CANNES 2015: Radu Muntean presenta una película psicológica muy sutil con una puesta en escena brillante en la que un hombre se debate con su propia conciencia

One Floor Below: "¿Se cree bueno, el pobre?"
Teo Corban en One Floor Below

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, presentada en la sección Un Certain Regard del 68º festival de Cannes. Apoyándose en un estilo en el que prima la sugestión a través de la imagen y la intención de dar al espectador el menor número posible de claves interpretativas, el director demuestra su destreza en la puesta en escena y la agudeza de su observación en una aproximación psicológica al servicio de una intriga desarrollada con astucia, coqueteando con el thriller y elaborando subterráneamente un intrigante discurso sobre la humanidad, la animalidad y la toxicidad de la modernidad.

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Con un inicio de ritmo rápido y bastante enigmático, One Floor Below sigue literalmente los pasos de Sandu Patrascu (muy bien Teo Corban), un padre de familia hiperactivo que siempre está moviéndose con el móvil en la mano para llevar a cabo su trabajo de intermediario en asuntos administrativos relacionados con la matriculación de vehículos. Centrado en esta actividad profesional, en su perro (con el que participa en concursos) y en su régimen alimenticio, este personaje más bien banal verá cómo su existencia da un vuelco a raíz de un acontecimiento inesperado en su edificio, donde vive con su mujer y su hijo Matei. Allí, en efecto, se topará casualmente con una disputa muy subida de tono entre dos vecinos, una mujer y un hombre de pisos diferentes. Durante la discusión, éste último se percata de que Sandu los sorprendió. Al cabo de unas horas, la mujer aparece muerta y la policía, en el lugar de los hechos. ¿Se trata de un accidente o de un crimen? Nadie lo sabe y Sandu va a callarse el episodio que escuchó: un silencio que poco a poco lo atormentará de la misma forma que con Vali (Iulian Postelnicu), el vecino sobre el que caen sus sospechas (aunque nadie más sospecha de él), quien rápidamente se dirigirá a Sandu para pedirle que se ocupe de unos asuntos profesionales e introducirse en su hogar. Así, se establece entre los dos protagonistas una relación tensa y llena de silencio que perturba más y más profundamente a Sandu...

Dotado de una gran destreza para el encuadre, colocando de maravilla a sus actores en espacios estrechos y jugando con los bordes de la imagen y los recursos del fuera de campo, Radu Muntean escruta la mínima inflexión del rostro cada vez más pensativo e incomodado de su personaje principal. El director ofrece planos secuencia de duración calculados al milímetro para que el espectador pueda sumergirse en su desarrollo, aparezcan los matices de verdad interior y se logre el ritmo indispensable para una progresión de la intriga que estimule el interés del público. Así, el cineasta rumano barniza One Floor Below de suspense y abre por completo el abanico de las hipótesis plausibles. La obra está concebida como una milenrama sin contraseña alguna; bajo su superficie de duelo psicológico con tintes policíacos, se adivinan pistas de reflexión sobre la conciencia, la culpabilidad, el secreto, el núcleo familiar, la educación parental, la animalidad y la comunicación en un ambiente invadido por las nuevas tecnologías: una multitud de temas esbozados con la mayor discreción por un Muntean que tiene la elegancia de dejar al espectador con total libertad para pensar lo que quiera y que reduce a lo mínimo el uso de símbolos visuales y de diálogos. Se trata, pues, de una decisión extremadamente cinematográfica que convierte a One Floor Below en una obra muy conseguida, con las intenciones claras y que marca una nueva y exitosa etapa en la evolución de un director cuyas siguientes películas se esperan cada vez con un interés mayor.

One Floor Below es una coproducción entre Rumanía, Francia, Alemania y Suecia cuyo agente de ventas internacionales es la alemana Films Boutique.

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(Traducción del francés)

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