14/08/2014 - La cinta de Arami Ullón, presentada en la sección Panorama Suisse de Locarno, confirma la capacidad de Visions du Réel para descubrir nuevos talentos

La ópera prima de la directora paraguaya Arami Ullón (que ahora vive en Suiza) es una obra delicada y extremadamente poderosa. Es la primera película de una serie que parece preparada para ser verdaderamente fascinante, y que representa el primer paso de una trayectoria que merece ser seguida muy de cerca. A pesar de que la película de Ullón ya se ha presentado en el Visions du Réel de Nyon (donde ha recibido la mención especial para una película suiza y el premio Regard Neuf a la mejor ópera prima), su participación en la nueva sección Panorama Suisse de Locarno le otorga una oportunidad única de presentarse a un público muy numeroso y de poder continuar su viaje con fuerzas renovadas y determinación.

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tráiler
entrevista: Arami Ullón
ficha de la película] es un viaje que depende prácticamente del sufrimiento de la directora y personaje principal Arami, que se ve obligada a tomar una decisión sumamente difícil: ¿cómo va a cuidar de su madre, que sufre epilepsia y párkinson, ahora que vive en Suiza? ¿Cómo puede acortar la distancia que la separa de su Paraguay natal? Atrapada entre un futuro que por fin siente que le pertenece y un pasado difícil cargado de emociones, Arami se embarca en lo que podría ser el viaje más importante de su vida: un viaje que le hará perderse en sus secretos más profundos y en sus miedos, a los que debe poner nombre. El cielo, al igual que la vida de Arami, está cubierto de nubes (como indica el propio título), pero nadie puede decir si se disiparán pronto o continuarán ahí antes de desatar la tormenta.

 La cinta de Arami Ullón es una de esas películas que nacen de un sentimiento de urgencia y que no tienen tiempo de desarrollarse de forma racional sino que, al contrario, son capaces de expresarse con la energía que se crea cuando la vida nos golpea. El tiempo nublado es una especie de psicoterapia a través de imágenes, que sin embargo posee la increíble y admirable característica de nunca caer en la trampa del egocentrismo y, en cambio, nos obsequia, de manera muy genuina, con una universalidad emocional inesperada y reconfortante, una catarsis colectiva que hace única la película, a medio camino entre el documental y el retrato intimista. La aparición de la directora como personaje en su propia película, a quien acompañamos día a día mientras intenta juntas los fragmentos de una vida que se parece a un rompecabezas, no se percibe como un encierro en sí misma o en cualquier espacio psicológico cerrado. Al contrario, la generosidad y la sinceridad que desarrolla con el espectador desde el principio hacen que sus esfuerzos sean totalmente comprensibles.

Arami nunca nos miente, y ese es uno de los puntos fuertes de la película. El tiempo nublado no afirma ser la biografía de su autora, sino una radiografía de su sufrimiento, que gira entorno a una figura materna tan frágil que resulta casi difusa. La enfermedad de su madre siempre le ha hecho parecer casi irreal, y lo bastante inestable como para dejarla con un profundo vacío que solo este último viaje será capaz de llenar. Sin realmente pretenderlo, la culpa de Arami hacia su madre, de la que siempre se ha visto obligada a distanciarse, incapaz de soportar las terribles crisis que ha presenciado desde que era pequeña, toca la fibra sensible de todos aquellos que han tenido que abandonar a un ser querido para no perderse a sí mismos. La directora parece acariciar a su madre con la cámara, grabando sus manos y cada sutil gesto que hace con una sensibilidad y precisión que simbolizan la pura esencia de su relación. Es un trabajo refinado con una enorme profundidad en la que no podemos evitar sumergirnos.

Film Republic se encarga de las ventas internacionales de El tiempo nublado.

(Traducción por Marina García Gómez)