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Entrevista con María Iglesias • KEA Asuntos Europeos

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- El Parlamento Europeo ha comisionado un informe sobre acuerdos contractuales aplicables a creadores, y Cineuropa ha hablado con María Iglesias, una de las autoras, para conocer sus descubrimientos

Entrevista con María Iglesias • KEA Asuntos Europeos

El CRIDS (University of Namur) y KEA han elaborado un nuevo informe sobre acuerdos contractuales aplicables a creadores para el Parlamento Europeo. El estudio trata algunos asuntos importantes que tienen impacto en el marco de los derechos de autor, tal y como explotación digital, la justa remuneración para los creadores y la transferencia de los acuerdos para trabajos audiovisuales. Cineuropa ha hablado con María Iglesias, una de las autoras del estudio, de KEA European Affairs, para conocer sus descubrimientos.

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Cineuropa: ¿Puede contarnos brevemente sobre el estudio?
María Iglesias
: El estudio fue encargado por el Parlamento Europeo a causa de una creciente preocupación sobre el papel de los creadores, considerados en una peor posición en el negocio comparados con otros actores de la industria. El objetivo era identificar las cláusulas que intentan proteger a los autores y valorar su efectividad. La investigación se concentró en el copyright y las cláusulas contractuales en ocho estados miembro. En ciertos países como Suecia o el Reino unido, la ley puede jugar un papel importante ya que no hay cláusulas específicas sobre las leyes de copyright en los contratos. El consorcio que se ocupa del estudio estaba liderado por el CRIDS, un centro de investigación de la Universidad de Namur y por KEA, y también contó con la ayuda de expertos nacionales. También se consultó a asociaciones locales y europeas a través de una gran encuesta. Al final, confirmamos grandes discrepancias entre diferentes países, y nos dimos cuenta de ciertas prácticas contractuales que podrían considerarse injustas.

¿Qué opina sobre la consulta pública alrededor de las reglas de los derechos de autor lanzada por la Comisión Europea?
Recibí con alegría la consulta, como buena base para el debate. Ya ha habido un intento previo para adaptar el marco de los derechos de autor a las nuevas tecnologías con una directiva, en 2001, pero el proceso de revisión aún vigente muestra que esa directiva no es lo suficientemente progresista. Puse realmente mis expectativas sobre esta consulta, aunque se podría decir que es demasiado técnica, incluso para los agentes involucrados.

¿Ve el reciente informe de Castex sobre la copia privada como un importante paso para la consecución de una remuneración más justa para los creadores?
Desde el punto de vista de los creadores es algo bueno, ya que es un intento de armonizar la situación. Hoy en día, aún efectuamos muchas copias privadas, y la recaudación fiscal es aún una fuente crucial de beneficio para los creadores. Es verdad que hay algunos temas que aún son muy difíciles de resolver y de hacer compatibles con la copia privada; este es el caso de las licencias y los contratos limitados para el uso de ciertos trabajos, por ejemplo. En el estudio hemos incluido recomendaciones sobre la copia privada y una irrenunciable y justa compensación para los autores.

¿Cómo se puede garantizar a los creadores audiovisuales su derecho a la remuneración, a pesar de la transferencia de sus derechos a favor del productor?
Sugerimos dirigir la mirada a sistemas como el que hay en España, en donde los autores tienen derecho a la remuneración por usos online. Este régimen es totalmente compatible con la transferencia global de derechos a productores que gobierna los contratos audiovisuales. En España, parte de las tasas pagadas por usuarios de Internet (streaming de televisión, plataformas online) para la explotación online del contenido llegan en realidad al creador.

¿Qué pasa con las entidades de gestión colectiva (EGC)?
El tema ha sido debatido durante ya diez años. Creo que deberíamos tener en mente que las EGC recogen regalías para los autores porque los representan. En Europa, tenemos un modelo basado en la diversidad cultural, y las EGC son actores cruciales en la implementación de un modelo como ese, especialmente desde que tenemos tantos creadores y productores independientes que pueden conseguir beneficio solo a través de las EGC. Teniendo eso en cuenta, está muy claro que muchos EGC no están ahora funcionando tan bien como podrían, pero, con suerte, la nueva directiva contribuirá a resolver esto, introduciendo algunas prácticas mejores y más transparencia. En muchos estados miembro, las EGC son bastante poco populares. Así que aparte de la mejora en la transparencia y el mayor control, las EGC deberían también trabajar en su imagen pública.

¿Cree que el marco actual de los derechos de autor es aún viable? ¿Mejoraría una armonización a nivel de la Unión Europea la situación?
Tengo la impresión de que los estados miembro aun no están preparados para aceptar cambios fundamentales en sus leyes nacionales: los marcos y las tradiciones legales son aún muy diferentes. Lo que creo que es absolutamente necesario, como se sugiere en el estudio, es crear algunos puntos de partida claves a nivel europeo que sean respetados por todos los estados miembro. No estoy seguro de si una armonización total sería o no una buena idea; de todas formas, dada la situación actual, no es una perspectiva realista.

En su opinión, ¿cómo será el marco de los derechos de autor en cinco o diez años?
Mucho depende del resultado de la consulta y de lo que tenga en mente la Comisión Europea. Lo que me gustaría ver es un marco de derechos de autor más funcional y flexible, con, a la vez, principios nucleares muy fuertes, que deberían ser respetados. Me gustaría también ver un mejor equilibrio entre la protección de los autores y los titulares de los derechos, por una parte, y la disponibilidad de esos trabajos con copyright, por la otra. Creo que tener un conjunto de leyes, completado por unas directrices, sería un acercamiento posible. El objetivo debería ser el de tener un marco de leyes de copyright que permita beneficiarse lo máximo posible de nuestro sector cultural y creativo. Las nuevas tecnologías nos dan una gran cantidad de nuevas posibilidades, y deberíamos intentar sacar provecho de ellas, sin percibir el derecho de autor como un obstáculo.

 

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