01/10/2013 - La ópera prima de Michalis Konstantatos llenó la sala de proyecciones del festival de Atenas pocas horas después de su estreno mundial en el festival de San Sebastián

A los pocos días de su proyección en el marco de la sección Nuevos Directores del festival de San Sebastián, la ópera prima de Michalis Konstantatos, Luton [+lee también:
tráiler
ficha de la película] celebró su estreno nacional en el festival internacional de cine de Atenas el pasado viernes ante una sala abarrotada, señal de las ganas que tiene el público de mostrar su apoyo a jóvenes talentos con proyección internacional.

Las primeras escenas presentan a sus personajes casi en un fuera de campo. La cámara se mantiene casi siempre fija, como esperando que hagan algo para situarse en el centro frente a ella. Konstantatos sienta así las bases de su cumplimiento con las reglas de lo que se ha venido llamando la Greece’s Weird Wave, la nueva ola de cine extraño griego.

Seguimos el vacío en las vidas cotidianas de los personajes con planos estáticos y de larga duración, cubiertos por una neblina blanquecina, como si el director fuera arrojando luz poco a poco sobre sus tres protagonistas: un abogado solitario que sueña con que le toquen la fibra, un gerente de una tienda de mediana edad frustrado por el aburrimiento de su trabajo y su entorno familiar y un adolescente reprimido por la dureza de sus padres, unos burgueses separados.

En esta estampa, el director ofrece una mirada despiadada ante los momentos de intimidad (unos adolescentes enrollándose, un momento de autosatisfacción, un polvo de cumpleaños) pero la película avanza y Konstantatos, aparentemente, trata de familiarizarse con la duración que impone el formato del largometraje, en lo que parece un ejercicio de estilo y lenguaje fílmico.

Las conexiones entre los personajes se revelan en una impactante secuencia en los minutos finales y todo adquiere un sentido temible. El espectador, sin embargo, sale de la sala con ganas de más después de haber conocido a un nuevo director con un punto de vista más que comprometido.

(Traducción del inglés)