Frente a la vejez, Nouvelle Vague
- Roger Michell, autor de obras como Notting Hill o Intruso, compite con Le Week-end por la Concha de Oro del 60º festival de San Sebastián
Le Week-end [+lee también:
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ficha de la película], dirigida por Roger Michell (director de éxitos tan conocidos como Notting Hill o Vénus [+lee también:
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ficha de la película], que le valió la nominación al Óscar a Peter O' Toole), compite por la Concha de Oro del 60º festival de San Sebastián.
Con una dirección correcta y eficaz, sin duda el elemento más importante de Le Week-end es el guión, del conocido escritor y director británico Hanif Kureishi (Londres me mata), donde recoge algunos de los temas más destacados de su universo creativo y los aplica a un universo vital y novedoso dentro de su obra.
Nick (un excelente Jim Broadbent) y Meg (interpretada de forma exquisita y entrañable por Lindsay Duncan) son una pareja de profesores británicos en el ocaso de su vida profesional que regresa a París muchos años después de su luna de miel para intentar revitalizar su matrimonio, en crisis tras décadas de relación. Meg siente que merece una vida mejor e inicia un táctica de distanciamiento de su pareja donde aparecen viejos problemas de la relación, dudas, rencores y temores pero, al mismo tiempo, se muestra insegura y desamparada sin su marido Nick, que también vive su propio proceso de autoanálisis y reflexión sobre lo que ha sido su vida como profesor y como marido.
En un primero momento, Le Week-end parece que va a ser otra película especialmente dirigida a un público de edad avanzada, un segmento del mercado cinematográfico muy importante en los últimos tiempos que ha proporcionado éxitos inesperados como El exótico Hotel Marigold [+lee también:
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ficha de la película]. Sin embargo, la película, en un giro sutil e inesperado para el espectador, se va impregnando narrativamente de una atmósfera que homenajea a la Nouvelle vague francesa, a Godard y a su película Bande á part, logrando una obra encantadora, irónica, entrañable y tierna que evoca el espíritu libertario de los 60, los años de su juventud. Tras la proyección, muchos críticos aludieron a Richard Linklater y su célebre trilogía como posible inspiradora de la película.
La película está producida por Kevin Loader para FILM4 y la ventas internacionales corresponden a la briánica Embankment Films de Londres.
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