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PELÍCULAS / CRÍTICAS

Made in Ash

por 

- Una joven atrapada en una espiral socioeconómica negativa en una ciudad industrial en la frontera entre la República Checa y Alemania protagoniza la cinta que representa a Eslovaquia en los Oscar

El productor checo Jiri Konecny (Praga, 1973) ha presentado en la novena edición del Festival de Cine Europeo de Sevilla dos películas realizadas por dos cineastas muy jóvenes: Made in Ash [+lee también:
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(foto), de la eslovaca Iveta Grófóva (Trencin, 1980), y A Night Too Young [+lee también:
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entrevista: Jiří Konečný
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, del esloveno Olmo Omerzu (Liubliana, 1984). Ambas películas se han encuadrado en la sección Nuevas Olas, especio dedicado por el certamen a las nuevas tendencias y miradas del cine europeo. Dos cintas en las que sus directores retuercen y fuerzan los géneros. En la primera, Grófóva rueda su dramática historia a través del lenguaje del cine documental, aunque sin esconder que se trata de ficción, mientras que Omerzu firma una obra de iniciación pero con un tono lánguido y retorcido, por completo ajeno al vitalismo típico del género.

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Made in Ash, representante de Eslovaquia en la categoría de mejor película en lengua no inglesa de los Oscar, narra la historia de Dorotka, una joven eslovaca que se va a vivir por trabajo a Ash, una localidad con una gran industria textil en la frontera entre la República Checa y Alemania, sin grandes expectativas de futuro más allá de las vagas ilusiones de construir una familia con su novio del pueblo. Las cosas no le resultarán nada fáciles en Ash y, cuando pierda el trabajo, se verá poco a poco empujada a los brazos de hombres maduros en busca de compañía joven.

Hasta la realización de este su primer largo de ficción, Grófóva había estudiado y rodado animación y documental, y se nota. La animación está presente a lo largo de todo el metraje de Made in Ash para mostrar la vida interior de Dorotka, su ingenua visión del mundo, hecha de príncipes azules, unicornios y ogros, y sus grandes y pequeñas ilusiones, mientras que durante gran parte de la película la puesta en escena es claramente deudora del documental, con encuadres imperfectos y estáticos, escenas aparentemente insignificantes y gran atención a la descripción de la intimidad de los personajes.

Precisamente en los personajes pone casi toda su atención la directora, más allá de los aspectos sociales que rodean a la historia. Porque, como dice la misma Grófóva, su objetivo es mostrar cómo comportamientos socialmente inaceptables, como la prostitución, no son siempre fruto de una falta de ética, sino más bien de un desafortunado azote del destino.

Made in Ash es una coproducción de Jiri Konecny, Barbara Kipsová e Ivan Ostrochovský para la checa Endorfilm y las eslovacas Protos Productions y Punkchart Films.

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