07/05/2012 - El segundo largo del director español de origen africano es una especie Romeo y Julieta de nuestros días protagonizada por una inmigrante latinoamericana y un neonazi

Tras el paréntesis documental de La puerta de no retorno, el director español de origen africano Santiago Zannou ha iniciado hoy, 7 de mayo, el rodaje de su segundo largometraje de ficción, Alacrán enamorado, para el cual contará nada menos que con Javier Bardem, que vuelve de este modo a trabajar a las órdenes de un director español ocho años después de hacer Mar adentro [+lee también:
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La filmación de Alacrán enamorado, una producción de Álvaro Longoria para Morena Films, en colaboración con TVE y Canal Plus, tendrá lugar durante ocho semanas en localizaciones de Madrid y alrededores.

Este proyecto ya había atraído la atención del sector ya antes de que Bardem se uniese a él. No le faltaban puntos fuertes: desde la frescura del talento de Zannou (ganador del Goya al mejor director novel en 2009 con El truco del manco) hasta la solidez de Morena Films (Elefante blanco [+lee también:
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ficha de la película]), pasando por la historia original de Carlos Bardem.

La historia, en línea con el primer trabajo de Zannou, hunde sus raíces en la España urbana y multicultural de nuestros días, marcada por la inmigración, las nuevas tribus urbanas y los conflictos de identidad. Definida por el director como “una fábula que demuestra que el amor y la confianza nos pueden salvar del camino hacia la autodestrucción”, Alacrán enamorado revisita el tema del amor imposible de Romeo y Julieta, en este caso protagonizada por una inmigrante latinoamericana (Judith Diakhate) y un neonazi (Álex González).

Julián es un joven neonazi cargado de ira. Aunque está envenenado por el odio, hay nobleza en su alma. La descubrirá en un gimnasio de boxeo y gracias a Carlomonte (Carlos Bardem), un ex-boxeador alcohólico que lo tuvo todo y lo perdió. Allí, Julián aprenderá a combatir con reglas, se irá vaciando de odio y conocerá el amor por Alyssa, una joven inmigrante. Julián tendrá que decidir en el momento en el que sus antiguos camaradas (entre ellos Miguel Ángel Silvestre y el propio Javier Bardem, que interpretará a Solis, el ideólogo del grupo) le pongan a prueba.

La francesa Wild Bunch es la agente de ventas de la película, lo cual le garantiza una gran presencia en el mercado internacional y, ¿quién sabe?, opciones de entrar en la próxima edición del Festival de Cannes.