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PELÍCULAS / CRÍTICAS

Adalbert's Dream

por 

- La ópera prima de Gabriel Achim es una sátira ambientada en la época de Ceausescu con varios niveles de lectura. Rodada principalmente en VHS, habla sobre la percepción de la realidad.

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tráiler
entrevista: Gabriel Achim
ficha de la película
]
, primer largometraje de Gabriel Achim, fue presentada por primera vez en Rumanía como parte del Festival Internacional de Cine de Transylvania en Cluj. Esta sátira con múltiples niveles de lectura, ambientada en la época de Ceausescu, despertó una gran variedad de reacciones, desde la decepción a la admiración, pasando por el desconcierto, lo cual no deja de resulta comprensible teniendo en cuenta que se rodó en gran parte en VHS y habla sobre la percepción de la realidad en modos muy distintos.

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Adalbert’s Dream inicia con el éxito más importante de la historia del fútbol rumano: el 7 de mayo de 1986, el Steaua Bucarest ganó su primera y única Copa de Europa contra el Barcelona, gracias al legendario portero Helmuth Duckadam, que paró cuatro penaltis. Durante los créditos iniciales, vemos una grabación en VHS de la retransmisión que hizo del partido la televisión nacional. No hay celebraciones triunfales, no fuegos artificiales ni una exhibición de orgullo nacional, sino sólo el exultante Duckadam y los desesperados jugadores blaugranas. Este inicio sienta las bases de lo que será el resto de la cinta, de una ejecución técnica muy medida.

El protagonista, Julian Ploscaru (Gabriel Spahiu), grabó el partido, que será el tema de conversación principal con el resto de personajes – sus hijos, su esposa (Alina Burzunteanu), su amante Lidia (Ozana Oancea) y su jefe (Doru Ana), aunque el desastre de Chernobyl sucedido dos semanas antes seguía muy presente en el imaginario personal y colectivo de Rumanía. Julian trabaja en el departamento de seguridad de una fábrica y, como cineasta aficionado, es el encargado de realizar las reconstrucciones de los accidentes laborales con una cámara de 8 mm, algo común en este época, ya que servía como documentación y como herramienta de formación para sus compañeros.

Pero, por muy felices que estén los rumanos por esta inesperada victoria, el 8 de mayo es el aniversario del Partido Comunista e incluso la hazaña del Steaua resulta ser mérito del dictador Ceausescu. Conforme se acerca la celebración, con la fábrica de Julian ocupada en la organización de los festejos, todo el mundo está con la respiración en vilo porque cualquier cosa puede estropearlo todo, avergonzar al colectivo de trabajadores y, lo que es peor, provocar represalias por parte de las autoridades. Este es el origen de varias escenas de humor y de algunos diálogos memorables, a veces filmados en una única toma, mientras Julian y su jefe, que sufre de hipertensión (un estereotipo de los directores de fábricas durante la época comunista) intentan resolver problemas grandes y pequeños. La película termina con un accidente laboral que, cuando es reconstruido por el jefe, los trabajadores y Julian, vuelve a suceder – creando un círculo vicioso que puede ser interpretado como un paradigma de la Rumanía de Ceausescu.

Adalbert’s Dream es una película que requiere varios visionados. Sus múltiples elementos metacinematográficos, como las reconstrucciones en 8mm, el documental “artístico” de Julian sobre Lidia, que perdió un ojo en un accidente laboral (sobre todo por culpa suya, como dice su jefe), o las diapositivas en 35mm reales de accidentes situados a lo largo del metraje, ilustran la discrepancia entre la realidad y la percepción de la realidad en un país sumido bajo el omnipresente control de la dictadura más opresiva de Europa. Incluso un logro excepcional para el orgullo nacional como es la victoria del Steaua en la Copa de Europa se ve ensombrecido por el peso de una ideología que muestra así su verdadero rostro: da igual que seas rumano, sólo importa que obedezcas. Desde el punto de vista formal, el metraje en VHS tiene la misma función que las películas de 8mm en el momento álgido del VHS: una asociación con el pasado, ya fuese felizmente nostálgico o doloroso.

Rodada en VHS, 8mm, 35mm y RED, Adalbert’s Dream es una coproducción de Green Film y 4 Proof Film. El Centro Nacional de Cine Rumano (CNC) ha financiado parte de su presupuesto, que asciende a 600.000 euros. Los derechos para su distribución en todo el mundo están en manos de Green Films.

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