16/07/2010

Conocida por su habilidad para reunir a los más importantes autores de la ex Yugoslavia, el Festival de Cine de Motovun, cuya próxima edición se celebrará del 26 al 30 de junio, ha anunciado hoy su programa (leer más), así como los finalistas al premio Bauer, que será concedido por primera vez. Los títulos que optan al mismo son las croatas The Blacks [+lee también:
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ficha de la película], de Antonio Nuic, y la primera producción serbia de animación, Technotise: Edit & I, de Aleksa Gajic.

Bautizada en honor del célebre director croata Branko Bauer, el premio, dotado con 5.000 euros en metálico, irá a parar a la mejor película de la región distribuida entre junio de 2009 y junio de 2010. Según el director del certamen, Igor Mirkovic, el galardón fue creado para “unir a las aisladas cinematografías y artistas y anular los muchos festivales y premios otorgados a lo largo y ancho de la ex Yugoslavia pero que tienen poca importancia fuera de su respectivo país”.

Los nueve finalistas iniciales fueron seleccionados por profesionales del sector de las seis repúblicas y Kosovo. Una nueva selección fue realizada por el comité un un jurado de siete miembros entre los cuales se encuentran directores – el serbio Srdjan Dragojevic y el croata Rajko Grlic - y actores – el esloveno Radko Polic. El jurado elegirá al ganador durante el Festival de Motovun, donde será además proyectado.

La idea de este premio nace en la cabeza del escritor, crítico cinematográfico y programador del festival Jurica Pavicic, que se dio cuenta de que hacía años que faltaba una competición de este estilo en una región tan amplia. “Durante una época, esta laguna fue cubierta por el Festival de Sarajevo, pero luego han ampliado sus horizontes y hoy día hay pocas películas de la ex Yugoslavia en la competición oficial”, ha explicado.

“Lo que es más, por primera vez, el cine local no será juzgado por extranjeros, como por ejemplo los seleccionadores de Cannes o Berlín, sino que lo harán los profesionales locales. A menudo nos quejamos de que Europa Occidental se queda con una determinada estética del cine balcánico que a nosotros no nos gusta. Ahora podemos descubrir lo que nuestros respetables críticos y cineastas piensan”, ha concluido.

(Traducción del inglés)