02/02/2010

Una de las grandes sorpresas de la recién terminada edición de este año del Festival de Sundance ha sido sin duda el segundo trabajo de Rodrigo Cortés, Enterrado, que ha levantado una enorme expectación entre espectadores y profesionales del sector. Colas de hasta seis horas bajo la nieve, reventas de entradas que multiplicaban por diez el precio original, ovaciones al final de cada proyección y alabanzas unánimes de la crítica certifican la excelente acogida de esta producción española, cuyos derechos han sido adquiridos ipso facto por Lionsgate para el mercado estadounidense. Todo a pedir de boca para su agente de ventas internacionales, la francesa Kinology, de cara a la apertura del European Film Market de la Berlinale.

Cortés firma con Enterrado un claustrofóbico tour de force cinematográfico en forma de thriller. Y la palabra 'claustrofóbico' cobra un nuevo significado, ya que todo el metraje se desarrolla en tiempo real en el interior del ataúd donde se encuentra encerrado (y enterrado) el protagonista, Paul Conroy (encarnado por el canadiense Ryan Reynolds), un contratista civil en Iraq. Sólo le quedan 90 minutos antes de que se le agote el oxígeno.

Este joven director gallego de 36 años no es nuevo a los elogios de la prensa internacional, puesto que hace algunos meses fue señalado por la prestigiosa Variety como uno de los “diez directores a los que seguir la pista”. Y su ópera prima, Concursante [+lee también:
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ficha de la película], fue unánimemente ensalzada por la crítica y recibió entre otros el premio de la crítica del Festival de Málaga, si bien su resultado de taquilla fue bastante discreto.

Enterrado, rodada en inglés durante el pasado mes de agosto en Barcelona (leer más), ha sido producida por Adrián Guerra para Versus Entertainment, en coproducción con las estadounidenses The Safran Company y Dark Trick Films. Ningún distribuidor español se ha hecho hasta ahora con sus derechos, aunque hay negociaciones abiertas con varias compañías, según ha confirmado la propia productora.