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FESTIVAL DE ROMA Extra / Francia

Bancs Publics, carillón de historias y de personajes en un banco

por 

Una oficina, un jardín público, una tienda de bricolaje. Tres microcosmos poblados por personajes e historias que se rozan entre ellos como en un carillón. Se trata de Bancs Publics (Versailles Rive-droite) [+lee también:
tráiler
ficha de la película
]
, quinto largometraje del francés Bruno Podalydès (Cesar 1999 a la mejor ópera prima con Dieu seul me voit), presentado en la sección Extra del Festival de Cine de Roma.

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La película comienza en el metro, donde un cantante ambulante entona "Les amoureux des bancs publics" de Georges Brassens, evocando enamorados que se besan en los bancos. Cuando llega a la oficina, Lucie (Florence Muller) percibe, entre una partida y otra de Pac-man, una extraña bandera colgada en una ventana del edificio de enfrente, con la frase “hombre solo”. ¿Una llamada de auxilio? ¿Un anuncio publicitario? ¿Una técnica para ligar? El mismo día, en un parque de Versalles, hombres, mujeres, niños, enamorados, amigos van y vienen delante de la cámara, se pelean, juegan, charlan. Sucesivamente, en el negocio Brico-dream, se asiste al mismo vaivén, esta vez de clientes y vendedores.

Los personajes de las tres historias – interpretados por un regimiento de actores (en total 30), entre los cuales el proprio director y su hermano – se encuentran y se conocen, pero no siempre. El humorismo es sutil y algunas veces desconcertante, como en la escena en la cual Solange (la irónica Josiane Balasko), que festeja junto a sus colegas su jubilación, sella su partida (o quizás liberación) concediéndose un beso, interminable y “a la francesa”, con el limpiador, delante de sus colegas incómodos.

Son también interesantes los movimientos de la cámara que, en particular, en la escena con Denis Podalydès, Emmanuelle Devos, Chiara Mastroianni, Mathieu Amalric y Catherine Deneuve , se desliza de un personaje a otro. Pero la historia, que empieza como un policial, se pierde en una sucesión de sketchs. Y el sonido del carillón se repite en los títulos de créditos culminando una película que, justamente como un carillón, da la impresión de girar sin sentido.

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(Traducción del italiano)

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