09/09/2009

Después de haber trabajado durante años en la ficción para la televisión Pietro Valsecchi y Camilla Nesbitt vuelven al cine con Michele Placido, del cual ya habían producido la ópera prima Pummarò y luego Un eroe borghese. El muy esperado Il grande sogno [+lee también:
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ficha de la película], tras el éxito de Romanzo Criminale [+lee también:
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entrevista: Michele Placido
ficha de la película] en 2005, es el primer producto del acuerdo firmado en el 2007 que ha llevado a Taodue de Valsecchi y Nesbitt a la fusión con Medusa (que lo lanza con 450 copias el viernes).

El proyecto de 10 millones de euros, coproducido con la sociedad francesa Babe Film, es el segundo film italiano interesante en concurso en Venezia después de Baarìa [+lee también:
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ficha de la película] de Tornatore. La cinta, que se inspira en los recuerdos del cineasta, cuando era un policía emigrado en el sur, aspirante a actor de teatro, está ambientada en 1968. El joven Nicola, un poco naif (interpretado por B>Riccardo Scamarcio) se deja llevar por el viento de cambio. Expedido por sus superiores como infiltrado en la universidad ocupada, Nicola se enamora de una muchacha católica, Laura (Jasmine Trinca), que forma parte del movimiento estudiantil, y abandona el uniforme para estudiar recitación.

Laura está enamorada de un estudiante obrero líder del movimiento, Libero (Luca Argentero), pero la simplicidad, la pasión y la energía de Nicola al final la conquistarán. Mientras tanto a su alrededor, se consuma una revolución, hecha de pacifismo y emancipación. La tragedia de la plaza Fontana está detrás de la esquina, los años del terrorismo se acercan con rapidez.

Con mano segura y la fotografía luminosa de Arnaldo Catinari, Placido dirige una película que no puede definirse como sobre el 68, que no pretende realizar un fresco de la época, sino que puede dar a los jóvenes una idea de cómo nació aquella libertad que hoy damos por ganada, como sabiamente ha comentado el protagonista Riccardo Scamarcio durante el encuentro con la prensa. “Es mi diario”, explica mejor Placido “una novela popular y política y solamente al final aparece la sombra de la violencia de los años 70. En el 68 eramos creativos, bailábamos, jugábamos. Era una fiesta. Fue la reacción de la policía la que generó la violencia”.

De Pier Paolo Pasolini, que tras los enfrentamientos de Valle Giulia en Roma en Marzo de 1968 se alineó de parte de los policías porque eran “los hijos de los pobres contra los hijos de los burgueses”, Placido dice que fue profético: “Muchos han abandonado los ideales de aquella época. Yo continúo a hacer mi 68, orientando políticamente mi trabajo. Pero no estoy de acuerdo con Pasolini, aquellos muchachos burgueses que recibían porrazos de los policías me han enseñado mucho”.

En Il grande sogno Nicola va al cine a ver los filmes de Bergman, I pugni in tasca de Marco Bellocchio, los de la Nueva Ola francesa. “Hace años”, cuenta Placido, “estábamos escribiendo esta película (el guión fue escrito también por Doriana Leondeff y Angelo Pasquini, ndr) cuando supimos que Bernando Bertolucci estaba rodando Soñadores. Lo dejamos para recomenzar hace dos años.”

Una periodista española le pregunta por qué había realizado un film que exprime ideales contrarios al gobierno en función con el dinero de la sociedad del Primer Ministro. “Me han atacado por haber realizado uno con la RAI, ¿con quién tendría que hacerlo entonces? De todos modos no conozco a Berlusconi, ni voto por él”.

(Traducción del italiano)